Toni inventa la caña escoba
Lo de menor importancia es que haya pescado al fin. El que más y el que menos lo ha hecho ya, por lo cual debemos reconocerles una cierta mejora de la marca colectiva en este programa. Otros años a estas alturas estaban hartos de coco pero casi no habían probado el pescado, eso sin hablar de la famosa sopa de Cuca, con lapas y caracolas dando algo de sabor marino. Nuestros robinsones de este año están pescando, y excepción hecha de Jacobo y Kiko, los 'hijos de papá' del momento, posiblemente todos han pescado ya, incluso Tamara 'la polemista', como le dice Toni.
No es, por tanto, el pescadito capturado por Toni lo que le da valor a su acción, sino la herramienta creada al efecto. Este desaprovechado showman convirtió la escoba en una caña, creando un nuevo objeto digno de figurar en el museo del diseño, e incluso en el de objetos imposibles. Por un lado escoba y por el otro caña de pescar, y puedo certificar que cumple ambas funciones con sobrada solvencia. Lo malo sería equivocarse de lado y barrer los peces mientras se pesca en la playa, aunque en este último caso hay una posibilidad cierta de que pique un concursante, dada la afición que tienen algunos a estar tumbados en la arena.
¿Quién dice que Toni no es un artista? Artista kitsch pero artista al fin y al cabo. A partir de ahora en su currículum no solo podrá figurar que le cocinó a Michael Jackson sino cómo inventó la caña escoba, un avance en el concepto del tres en uno tan presente en la sociedad actual. Tal vez le pueda dar el empujón definitivo para conseguir un auténtico espaldarazo para su invento si le busca una tercera función. ¿Qué tal funcionaría como matamoscas? Aunque igual a Toni le gustaría más usarlo contra algún concursante impertinente. Tamara, tal vez.
Lo de la polemista no tiene parangón ninguno. Creo que a falta de otras dotes su planteamiento es convertirse en la más impertinente del concurso, tal vez pensando en conseguir un premio inédito. Sus reacciones prepotentes, destempladas y hasta un pelín violentas son una muestra de escasez de recursos. En su punto de mira sigue estando Toni, con quien intercambia frecuentemente fuertes insultos y descalificaciones. En un principio tuvo el apoyo protector de mamá Rosa, pero parece que lo ha perdido, lo cual no ha de extrañar en absoluto.
La siguiente secuencia, vista en el resumen de ayer, da muestra de lo absurda e impertinente que está resultando la Gorro en los cayos hondureños. El grupo no se había juntado esta vez para comer el arroz, lo cual ya es de por sí un problema. Si todos lo comen a la vez es posible hacer una repartición más o menos justa, aunque algunos se hayan quejado de que también en ese caso les correspondía menos arroz. Ahora bien, si cada uno se come su ración cuando le apetece el riesgo evidente es que alguno se quede sin la suya. Es materialmente imposible calcular con exactitud la ración, igual que la medida de arroz diario no deja de ser calculada con el primitivo método de contar puñados.
Otro problema añadido es que siempre hay quien piensa eso de "a río revuelto ganancia de pescadores", y aprovecha para aumentar a propósito su ración o incluso comer dos veces. Algo así debió pasar cuando faltaban cuatro concursantes por comer el arroz y apenas quedaban dos raciones. Tamara va a por la suya y le comenta a Rosa que no hay tres raciones sino solamente dos. Como bien se pudo comprobar en las imágenes, lo que esta considera dos raciones apenas llenaba otro coco aparte del que ella misma se había servido. Es decir, una vez llenado el coco de Tamara quedaban por comer arroz Rosa (quien ya había avisado de que no quería), Toni y Sonia.
Cuando Tamara se sirve su ración de arroz sabe que está dejando para tres personas una cantidad mínima de arroz. Viendo la cacerola el aspecto es de que les han dejado a estos dos concursantes los restos, por lo cual deberán rebañar bien para lograr sacar arroz para llenar un coco. Le toca el turno a Toni, y Rosa también le aclara que ella no quiere arroz. El artista inventor no logra sacar de los restos del arroz ni para llenar medio coco entero (medida de cada ración en la isla) y reparte esa escasa cantidad de arroz entre dos cocos, uno de ellos conteniendo como el doble que el otro.
Una vez en el apartado que habita junto a Sonia le ofrecería a esta el cuenco con más arroz, tal vez para compensar que el día anterior se hubiera zampado los cangrejos sin esperarla. Pero antes de eso vino el desagradable episodio con Tamara. Toni va con sus dos cocos con un poco de arroz e incluso se lleva la cacerola, cuando la polemista, utilizando su habitual tono prepotente, le dice que le enseñe la olla. Lo justifica diciendo que no se fía de él. ¿No se fía? ¿De qué? Como bien observaría luego Rosa, muy justa y acertada en esta ocasión, Tamara había sido la última en comer y bien sabía la escasa ración que había dejado en la cacerola.
¿Quién es ella para fiscalizar a los demás? ¿A qué juega Tamara? ¿Qué pretende pidiendo ver una olla que ella misma había dejado con los restos aún sabiendo que faltaban tres compañeros por comer arroz? Solo se me ocurre una explicación. Bueno dos, pero la otra prefiero reservármela. La confesable es que ella está intentando disputar con Aída el discutible honor de ser la concursante más desagradable en la historia de Supervivientes.
No me pondré tiquismiquis pero juraría que alguien me ha hablado de una cierta clausula en el contrato de los concursantes de este reality según la cual no pueden insultar a un compañero. Igual me confundo, pero de ser así creo que están siendo muy laxos en el cumplimiento de esta regla. De momento, Tamara y Toni se han cruzado todo tipo de descalificaciones, lindezas que van desde ladrón a gilipollas. Tomando como referencia estos dos ejemplos diré que prefiero el insulto a la dura acusación de Tamara, basada en que había cogido algún anzuelo de más. Hombre, eso no es robar, y en caso de que aceptemos una interpretación tan estricta también habremos de convenir que hay algún otro ladrón que se ha tomado ración doble de arroz, porque al final faltaba para dos personas.
Todo lo anterior sucede en un entorno un poco decadente, con concursantes tendidos en la arena como si descansaran tras hacer trabajos forzados a pico y pala de sol a sol durante semanas. Sonia se duele de nuevo de su estómago y aprovecha para enseñar vientre plano con los ojos tapadas (como le dijo Toni parecía la imagen de la justicia con los ojos vendados) y acariciando su piel con una pluma. Que tenga cuidado Sonia, no vaya a estar ante la tesitura de Kiko y le tengan que ofrecer los médicos comida como parte de un tratamiento. ¿Qué diría entonces? Siguiendo su propia doctrina deberían expulsarla en tal caso. Por tanto, mejor que siga intentando mantener un poco en silencio sus problemas estomacales, ¿no?
Kiko y Jessica andan dedicándose miraditas, por supuesto tendidos en la arena. No seré malicioso pero cualquiera diría que si Montalvo arremete contra ellos es porque está un poco celoso desde que 'miss cebolla' parece tener más atenciones para el hijo de la tonadillera. Lo digo porque quejándose de quienes en el grupo no atienden el fuego amplía la queja hecha por Rosa a Sonia y así incluye a Jacobo, Kiko y Jessica.
Sonia le había asegurado a Rosa que sí se levanta por la noche para atender el fuego pero esta no se lo cree, por lo cual acepta que le despierte cada vez. Cuando Toni y Montalvo comentan este detalle el mister dice que el problema es mayor porque hay concursantes que jamás han vigilado el fuego, explicitando los tres nombres mencionados. Bien por Montalvo esta vez, porque claro ¿qué hace Jacobo en la isla? Además de ser un zombie tendido al sol. Pues nada. Sería una vergüenza que la audiencia dejara a un tipo así en el concurso, alguien que se está riendo de la organización, de la audiencia y hasta de sus compañeros.
Si el panorama entre los famosos es el que relato, corazones (y zombies) tendidos al sol, como cantaba Víctor Manuel, entre los anónimos no está la cosa muy distinta. No sé si eligieron imágenes de la hora de la siesta pero en algún momento del resumen de ayer les vi realmente derrotados, y eso que aún no han pasado ni tres semanas (se cumplen exactamente hoy). En todas partes cuecen habas (ya les gustaría tener legumbres en la isla) y entre los anónimos la discusión que hemos podido presenciar es un pelín escatológica.
Resulta que algunos mean en el mismo lugar donde tienen el agua para beber y cepillarse los dientes, por ejemplo. Con mucha intención había preguntado Rosi a Emma que donde iba ella al baño. Cuando esta se lo indica aprovecha Jeyko (y sus seis voces) para decirle sin cortarse un pelo que la ha visto a ella con Carolina puestas a tal labor al lado del agua. Parece que el problema es mayor porque no solamente hacen aguas menores (decía mi abuela) donde no deben sino que lo dejan todo perdido de papel higiénico. ¡Por Dios! qué desagradable puede ser a veces mi papel de cronista.
A ver, Jeyko se preocupa innecesariamente de que estén dando imagen de cochinos porque jamás se ha visto el 'cuarto de baño' de la isla. Son imágenes que el espectador medio español agradece de corazón sean obviadas por el fantástico equipo del programa. Y Emma se molesta porque la han cogido en un renuncio. Jeyko le pilló con el carrito del helado, callando cuando delante suya se comenta la guarrería que algunos hacen en el lugar equivocado, siendo ella una de las protagonistas de tal desatino.
Apuntes de bitácora
Puedo estar equivocado y ver las cosas mal, lo cual es humanamente posible. Ahora bien, jamás diré una cosa por otra, consciente de estar manipulando ignoro con qué intención. Lo digo porque ayer más de un amigo en los comentarios me ha dicho de todo sencillamente porque no coincidimos en la forma de ver las cosas. He leído a amigos o amigas que decían ponerse de mal humor por una simple e intrascendente discrepancia a la hora de interpretar las cosas. También que algunos me digan que ya han notado quiénes son mis preferidos. Me gustaría saberlo a mí también.
Otros mal interpretan mis palabras, posiblemente apresurándose demasiado y sin pararse a hacer una auténtica lectura comprensiva. Ni he comparado a Sonia Monroy con Mayte Zúñiga (es más, digo que mientras una era para mí nuestros ojos y oídos en la isla la otra es nuestra voz, como representante de quienes opinan como ella, cosas claramente diferentes), ni he dicho que la organización tenga a Kiko Rivera entre algodones (quienes lo tienen así, según mi juicio, son la mayoría de sus propios compañeros).
Siempre he dicho que me motiva más la discrepancia que la coincidencia, especialmente en este tipo de divertimentos. Algunos no opinan lo mismo, lo cual también es entendible. Solo reclamo un poco de respeto por la opinión de todos. Y no, aún no tengo favoritos, soy incapaz de sacar conclusiones tan deprisa. Ya sé que algunos eligieron el suyo incluso antes de comenzar el juego, pero no es mi caso.
Los ojos de ayer eran de Tatiana, como acertaron muchos de nuestros amigos. Hoy Rocko y sus lápices nos traen a Aída, la concursante que reaparecerá esta noche junto a Jorge Javier Vázquez. Pero no es ese el único atractivo de una gala que viene cargadita, como suele. También sabremos si Kiko sigue o no, tras cumplirse los tres días de medicación anunciados. Y tendremos pelea por el collar de líder entre Rosa y Montalvo. Y la expulsión de Jacobo o Sonia. Y nominaciones. Y la gran Raquel... ¡Vaya tela!