Supervivientes de vocación y concursantes tramposos
Hay supervivientes que se preparan para esta aventura y otros que solamente piensan en rentabilizar su paso por la misma. Con estar allí cuatro o cinco días es suficiente para volver a estar en el candelero y que el gran público sepa de personajes solamente conocidos hasta ese momento por los seguidores de determinados formatos televisivos. Participar en este programa les catapulta a la fama, aunque aguanten tan solo unos días, abriéndose entonces un rico mundo de oportunidades, intervenciones televisivas, bolos y portadas que para algunos justifican la estafa de aceptar ir a Supervivientes sin ninguna preparación ni intención de vivir intensamente la experiencia.
Estoy hablando de concursantes como Oriana Marzoli, de la que muchos no habían tenido nunca noticia hasta hace una semana, y que ya tomó rumbo a Madrid tras cuatro días en Cayos Cochinos. Suficiente, supongo que pensará ella. Concursantes cuya intención no es sobrevivir, luchar por quedarse hasta el final y ganar, sino rentabilizar de forma espuria la oportunidad que se les da.
Ni siquiera les frena tener que pagar la sanción establecida por abandonar voluntariamente el programa, entre otras cosas porque no lo abandonan del todo. Y eso puede ser la clave de este problema. La sanción se paga con facilidad con la rentabilidad posterior. Un par de intervenciones televisivas pagadas, unos cuantos bolos y alguna que otra portada bastan para pagar la sanción y todo lo que venga detrás son ya beneficios de un negocio poco digno.
Se me ocurre que a la sanción económica le añadan otra más eficiente, consistente en evitar la participación en cualquier programa televisivo del concursante tramposo que abandona a las primeras de cambio. Si se condena al ostracismo televisivo a esos concursantes, posiblemente evitemos que ocupen la plaza de otro dispuesto a llegar hasta el final y no engañar de esta forma a la audiencia.
No se terminará nunca con esta plaga de concursantes tramposos mientras se garantice su presencia en el debate de la posterior edición, como ha pasado con Tamara Gorro. Si por mí fuera, no daría ni un minuto a Oriana en el programa de esta noche, aunque será la única intervención justificada para poder escuchar sus explicaciones y certificar el rostro de hormigón armado de quien ha ido con un objetivo distinto, por ejemplo, al de Rafa Lomana o Aran Aznar. Sin embargo, tristemente, uno de los dos abandonará esta noche Cayos Cochinos.
El contraste es altamente llamativo entre unos y otros. Aran está colaborando en la supervivencia del grupo, algo para lo que se ha estado preparando de forma evidente. Por ello se ha informado de como hacer fuego con un preservativo, viendo este vídeo donde se explica con todo detalle, lo cual le ha valido para que Nacho Montes le acusase poco más o menos que de ignorante. Visto lo visto, ¿quién es el ignorante?
También tuvo la idea Aran de poner el arroz (el programa les pasa siempre una pequeña dosis de arroz diaria) en una cacerola con agua al sol, lo cual les ha permitido comérselo sin necesidad de hacer fuego. Los seguidores del programa saben lo difícil que es hacer fuego en esas condiciones, sobre todo tras las lluvias soportadas por el grupo durante los primeros días. En esas condiciones, no hay nada mínimamente seco que pueda prender.
Por su parte, Lomana está haciendo una labor de ‘coaching’ en el grupo que no todos reciben con gusto, pero puede estar ayudando a no caer en el desánimo. Además, junto a Antonio Tejado, es de los más activos. A ambos se les ve siempre en acción, mientras otros toman el sol tumbados en la arena. Desde la cabaña que construyeron el primer día hasta los primeros intentos de pescar algo, Lomana y Tejado trabajan mientras otros miran.
No me extraña que Li se lo echase en cara a Montes, recibiendo de este toda una declaración de principios a tener en cuenta por audiencia votante: “No hago nada y menos que voy a hacer”. Katia se puso del lado de Montes, lo cual indica que se empiezan a conformar alianzas claras. Por un lado están los supervivientes activos (Lomana, Tejado, Aran, Li) y de otro los que toman el sol (Montes, Katia, Bibiana).
De Anabel no digo nada porque está más aquí que allí, por lo cual no sería nada raro que fuese la siguiente en poner tierra (y mar) de por medio, tomando pronto el mismo camino que Oriana. Y Leo parece ser nexo de unión entre ambos grupos, no queriendo destacar por nada en particular, tal vez la postura más inteligente.
El chinovasco Li se llevó el insulto de Katia (“eres un tonto”, dijo), y no es el primero, aunque antes le había soltado las verdades del barquero. "Lo único que haces es tumbarte, tomar el sol e intentar cantar” le dijo Li a Katia, añadiendo: “Y no sabes”. Supongo que no quiso cuestionar la capacidad de su compañera para tumbarse, ni para tomar el sol.
No faltará quien diga que lo de Lomana y Tejado es puro 'postureo' y ganas de figurar, aunque basta con ver el trabajo de ambos en el juego de recompensa que llevará el fuego a una de las islas para comprobar quién es quién en Cayo Paloma. ¿Quién tiró del cayuco entre los chicos? Lomana y Tejado.
Montes y Li empujaban desde la otra punta, aunque Li tuvo la iniciativa de dar un paso al frente y unirse en algún momento a los que estaban tirando con fuerza para lograr que superase los troncos que obstaculizaban su marcha. Montes no se inmutó. No en vano, el grupo dudo entre Lomana y Tejado a la hora de designar quién encendería la pira, momento final con el que culminaba la prueba. Finalmente, eligieron a Rafa Lomana.
Los habitantes de Cayo Paloma y los de Isla Bonita hicieron la misma prueba, pero solamente unos tendrán la recompensa del fuego. Tan importante premio irá para el grupo que menos tardó en completar la prueba, lo cual conoceremos en la gala de esta noche, que pinta muy interesante por muchas razones. No quiero estropear la sorpresa a nadie, pero sospecho que el fuego se lo llevarán los ‘bonitos’.
No sé si las imágenes estaban editadas, pero tal como lo vimos en el resumen del viernes, los habitantes de Isla Bonita hicieron la prueba en unos dos minutos con cuarenta y cinco segundos, mientras los de Cayo Paloma tardaban en torno a los tres minutos con trece segundos. Eso marcó mi cronómetro, aunque insisto en que no terminaremos de salir de dudas hasta esta noche, puesto que la edición de las imágenes puede llevar a confusión.
En Isla Bonita también se comienzan a apuntar alianzas. Chiqui y Viviana parecen inseparables, alianza posiblemente forzada por el resto del grupo. Viviana ha ocupado el lugar de Pelopony en el ranking de concursantes rechazadas, ahora copado por las dos mencionadas. Desconozco las razones exactas, pero los demás las tratan un poco como a dos extraterrestres.
Se lo hemos escuchado decir a Abraham: “Nos queremos quitar a Chiqui y Viviana porque son fuente de conflictos”. No sé si es cierto el rumor de que este concursante ha tenido tentaciones de ahogar a Chiqui en un palmo de agua, pero visto lo visto no sería de extrañar. Es típico que en un reality algunos concursantes piensen que el conflicto es provocado por uno o varios concursantes, para comprobar más tarde que una vez desaparecido ese supuesto origen el conflicto continúa.
No parece prudente comer directamente de una lata teniendo un herpes en el labio, como hizo Viviana. También es cierto que no parece algo suficientemente importante para que Suhaila se lo recriminase de la forma que lo hizo. Como bien señaló Viviana (a la que vemos aquí arriba en una fotos promocionando la selección de fútbol de su país), en esas circunstancias no es exigible la misma profilaxis que en la vida normal.
El caso que comento es claro ejemplo de que los conflictos no son nunca cosa de uno. Dos no discuten si uno no quiere, y aunque las dos protagonistas tenían su parte de razón el conflicto parece fácilmente evitable. Está claro que la reacción de Suhaila viene condicionada porque se trata de Viviana y no de otro de sus compañeros de isla, aunque sospecho que si faltase la paraguaya el conflicto migraría y sería otro el concursante señalado.
Como es sabido, y queda dicho, esta noche abandonará Cayos Cochinos uno de los dos nominados. Lo hará alguien que se ha preparado para la supervivencia y desearía con todas sus fuerzas quedarse. Mientras tanto, Anabel Pantoja está deseando marcharse. No es justo.