Supervivencia o no, esa es la cuestión
Tras las expulsiones de Chiqui y Carolina, los cuatro finalistas esperan impacientes la gala final del próximo lunes, aunque antes de eso han estado esperando el momento de abandonar Cayos Cochinos y poner rumbo a Madrid. A la supuesta última comida le seguía una supuesta última cena, y así se iba retrasando el momento. Mientras tanto, todo presagiaba un final sin fuego, que vivía su propia agonía. En las últimas horas se empeñó Abraham en conservarlo, para lo cual contó con la insólita ayuda de Yong.
Estos últimos días han servido para el acercamiento de Rafa y Nacho, mucho más afines ahora que mientras convivieron en Cayo Paloma y Playa Uva. Tanto es así que Nacho reconocía ante Rafa las amenazas de Katia, denunciadas por Yong en una de las primeras galas. “Todos lo escuchamos o sabemos que es verdad, pero entonces me callé para proteger a una persona que creia mi amiga”, explicaba Nacho. No sé si es confesión de su cobardía de entonces o de su actual oportunismo.
Uno de los dos (Rafa o Nacho) será expulsado al inicio de la gala final, de acuerdo con lo que decida la audiencia votante. No me hace falta decir que deseo ver a Rafa disputando el premio final, al ser uno de los que más lo merece. Justo lo contrario que Nacho, el peor superviviente entre los cuatro finalistas. Ya tuvimos suficiente la pasada edición con una ganadora que ponía en entredicho el nombre de este programa.
Cierto que Nacho ha dado muchos argumentos y acaparado protagonismo de forma permanente. Si hubiera puesto el mismo esfuerzo en su supervivencia y la del grupo que en ser protagonista ahora no pensaría lo mismo sobre su paso por este reality. Cada uno es libre de aplicar el criterio que desee a la hora de valorar a los concursantes, pero decir que Nacho merece haber llegado hasta aquí porque ha dado muchos vídeos al programa es tan peregrino como decir que debiera ganar un concursante por haber sido quien mejor recitó poesía en las noches caribeñas. Bravo por ese concursante imaginario, pero esto va de otra cosa.
Ante la falta explicaciones sobre por qué puede haber dudas sobre si merece vivir la final Nacho o Rafa hemos tenido que escuchar como se definía Supervivientes como un programa de convivencia. Esa patraña mil veces repetida sobre Gran Hermano resulta aún mucho más ridícula hablando de este otro reality. Acepto que la madre de los realities (Gran Hermano) lo sea, siempre y cuando se aclare que nadie habla de buena convivencia, porque es igualmente válido plantear ese concurso desde la idea de la mala convivencia. Pero en el caso de Supervivientes nadie en el mundo duda de que es un concurso de supervivencia, como su mismo nombre indica.
Mirado con la actual perspectiva, hasta Yong ha sido mejor superviviente que Nacho. Pero unos cardan la lana y otros llevan la fama. Al chino se le ha acusado de estar interesado solamente en la comida y aplicarse en las galas en su denodada tarea de resultar simpático ante la audiencia, a pesar del tropiezo inicial con Jorge Javier, o hasta puede que gracias a eso. No creo que el interés exagerado de Yong por la comida supere el de Nacho por ser centro de atención, y habría que ver cual de los dos se esfuerza más en ser gracioso durante las galas.
Yong ha representado en esta historia el papel del pícaro gracioso. Aprovechado, caradura y con una desvergüenza que resulta simpática a buena parte de la audiencia, ha sabido destacar lo imprescindible. Pocos han aprovechado tan bien como él las oportunidades que les brindaban. En confesiones ante las cámaras, tanto como en las galas, Yong se nos presentaba como el pobre chino de veinte años, al tiempo que sonreía y mostraba ser más espabilado de lo que pudiera parecer en un primer momento. El resto del tiempo se tumbaba a esperar su próxima intervención.
Al final ha terminado aliado de uno de sus principales verdugos en las primeras semanas. Eran aquellos tiempos en que Katia y Nacho censuraban duramente su negociación con los ‘bonitos’, justo una semana después de que Katia no lograse llegar a ningún acuerdo ante semejante reto. En silencio y con humildad, Yong aguantaba que Nacho le acusase de ser poco aseado y le llamase ignorante, comparando su incultura con las dos carreras (tres en otras ocasiones) de las que ha presumido una y otra vez. Ese es ahora su gran aliado, al que renuncia a nominar, prefiriendo dar su voto a Rafa.
“Yo he venido a hacer televisión, que es lo que sé hacer”, decía muy ufano Nacho en una gala. Supongo que en su concepto de hacer televisión no tiene en cuenta si hace falta o no atesorar algo de crédito personal. Decía un viejo periodista que la profesión del comunicador tiene mucho que ver con los bancos: ambos viven del crédito y el interés. No negaré que Nacho ha despertado interés en estos dos meses largos, pero en el camino perdió todo el crédito que pudiera tener.
Prometo haber escuchado a Nacho más de una vez que tenía dos carreras, pero en otra ocasión ya eran tres. También afirmó dominar cinco idiomas, aunque lo más curioso es que alternativamente sabía y no sabía inglés. Es más, le he escuchado decir que sabía esa lengua desde hace diecinueve años. Pero a Katia le dijo claramente “no sé inglés”. Tampoco era necesario que lo jurase, bastó con ver como escribía Washington.
Esto podrá ser un concurso de supervivencia o convivencia, pero está claro que no lo es de conocimientos. Por tanto, poco importa si Nacho sabe o no que un lustro son cinco años. No se trata de eso, es exclusivamente un tema de credibilidad. Resulta difícil confiar en lo que cuente un concursante que no solamente miente, sino que lo hace con tan poca memoria para decir una cosa y la contraria en el plazo de apenas unas semanas.
Sabiendo lo que ahora sabemos, me creo las amenazas de Katia porque Rafa dijo haberlo escuchado justo en la misma gala que Yong lo denunciaba, no porque ahora Nacho lo afirme, después de haber mantenido un cómplice silencio en aquel momento. De igual manera, tiendo a dar como ciertas sus palabras sobre lo interesados que eran algunos concursantes al acercarse a Katia por su hermano, de lo cual se enteró la interesada por Carolina. Nacho negó siempre que pudo el veneno que salía de su boca. Solo fue capaz de reconocer que era mal hablado, lo cual está bastante reñido con el protocolo y ese estilo refinado que tanto pregona. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
Si Yong y Nacho ocupan plaza en la final por razones que nada tienen que ver con la capacidad de supervivencia, Abraham representa justo todo lo contrario. Permaneció en un discreto segundo plano durante las primeras semanas, e incluso llegó a decidir que quería abandonar. Tan decidido estaba que así lo hubiera hecho de no ser por una providencial conversación con su novia. La misma convicción que mostró entonces en que debía marcharse, preocupado por su salud y el trastorno del sueño, la transformó entonces en deseos de quedarse hasta el final. Lo ha conseguido.
El poder de su mente le ha traído hasta aquí, convirtiéndose en el concursante que más pruebas de líder ganó en la historia de este programa, nada menos que siete consecutivas, incluyendo la de los casi cinco minutos ante la lengua de fuego celebrada este martes. Tuvo suerte en el sorteo, porque ir después de Rafa fue la clave de aguantar ante el fuego más del doble de tiempo que las anteriores veces. A Abraham también le ha acompañado la suerte, aunque cuando esta llegó siempre le pilló dándolo todo.
Junto con el Rafa de las primeras semanas, Abraham fue quien más pescó para el grupo. Su entrega no fue solamente en las pruebas sino también en la lucha por la supervivencia, auténtica clave en este programa. Además, en las pruebas se esforzaba siempre igual, ya fuera en su propio beneficio o en el del grupo. E incluso renunció al premio de la cama a favor de Amador. Todo esto le hizo un gran superviviente, aunque no es lo único por lo que lo veo con buenos ojos como ganador.
Aparte de ser invencible en las pruebas y colaborar como pocos en hacer la vida fácil al grupo, Abraham fue siempre amable y detallista con los demás, demostrando personalidad al enfrentarse con Nacho. Tal vez se equivocó poniéndose a la sombra, siempre alargada, de Katia. Pero no era fácil atreverse con uno de los más mediáticos del grupo. Abraham no solamente lo hizo sino que utilizó argumentos que no puedo evitar suscribir letra por letra y punto por punto. Se puede ser friki, pero clama el cielo lo de insultar a sus compañeros (especialmente a las compañeras) de la forma que hemos visto hacer a Nacho.
Pocos han sido tan denostados como Rafa, utilizando con frecuencia argumentos que poco o nada tenían que ver con la realidad. Desde el principio aguantó dos nominaciones de los ‘bonitos’, sin que hubieran tenido oportunidad de conocerle. Luego vinieron las nominaciones de sus compañeros y sucesivas votaciones de la audiencia le mantuvieron en el palafito. Cinco semanas soportando la supervivencia extrema (según calificación de Leo Margets) del palafito le convierten en un grandísimo superviviente.
Se revolvía Nacho cuando Rafa contaba su experiencia, despreciándole porque la audiencia ya lo expulsó una vez. La ignorancia es atrevida, porque las votaciones simpre fueron para que el concursante expulsado abandonase Cayo Paloma (o Playa Uva en su caso), no para dejar el programa. Es así, por mucho que Nacho no quiera creer a Rafa. Un Rafa al que la audiencia salvó más veces que a él, si es que se puede decir así. Tengamos en cuenta que se vota para expulsar, por lo cual no hay una acción directamente encaminada a salvar a un concursante. En el caso de Rafa, sí es cierto que en su momento decidimos que no volviese y se quedase en el palafito. No hemos podido votar, hasta el momento, a favor de ningún otro concursante como lo hicimos a favor de Rafa.
En las seis semanas que permaneció en una plataforma de madera de doce metros cuadrados sobre el mar, Rafa ha mejorado notablemente su humor. A ello ha contribuido en los últimos quince días Carolina, ante quien se arrancó a cantar su abracadabrante éxito musical ‘Palafito, palatito, dónde vas tú tan bonito’. Las circunstancias le obligaron a abandonar su temperamento algo huraño y solitario, lo cual benefició claramente a su imagen. Una imagen deteriorada en lo físico como pocas, tras la dura experiencia vivida.
Tengo dicho que pocos hubieran aguantado esa primera semana del palafito, en completa soledad, casi sin fuego ni alimentos. Rafa no ha claudicado nunca, ni ante concursantes tóxicos ni por las dificultades de una supervivencia extrema. A poco ha estado de volver a España con algún dedo menos, o casi sin mano. Y durante una semana aguantó a Vivi subida a su chepa sin rechistar. En realidad, más que ganar Supervivientes, merece un trocito de cielo por todo esto.
Preguntas desde el palafito
¿Estará Rosa Benito en la final? ¿Será capaz de repetir el desprecio a la audiencia demostrado al no estar en la gala tras su gloriosa visita a los Cayos Cochinos?
¿Es posible que Abraham o Rafa hayan estado en el mismo concurso que Tony o Diego? De verdad que lo pienso, y me parece absolutamente imposible.
Si la audiencia tiene a bien que Nacho sea expulsado al principio de la gala final, ¿se tirará al suelo como Sonia? Por fa, por fa, por fa.
¿Puede ser mejor el equipo de Supervivientes en Honduras? ¡Enhorabuena a todos!