¿Sonia contra todos? o... ¿todos contra Sonia? Esa es la duda y cada uno se pondrá en un lado u otro principalmente de acuerdo con las simpatías que le despierte esta concursante. Quienes acuden a recordar un pasado oscuro, repleto de montajes y escándalos, no tienen la intención de salir precisamente en su defensa. Por el contrario, otros prefieren limitarse a juzgar su actuación en el concurso, independientemente a cuál haya sido su trayectoria anterior. Cualquiera de las dos opciones es válida, aunque en este caso me inclino por no sacar los trapos sucios ni recordar su papel protagonista en el grupo musical Sex Bomb, cuya aportación al mundo de la música aún no ha sido evaluado. ¿Por qué será?
No se puede dudar de que es Sonia quien se aísla del resto. No hay una decisión colegiada del grupo para arrinconar o marginar a esta concursante, respondiendo su separación de los demás exclusivamente a la propia voluntad. Otra cosa es el juicio de valor sobre si lo hace para victimizarse, dar pena a la audiencia y jugar su (arriesgada) carta de la concursante autosuficiente que no comparte casi nada con los demás. ¿Qué otra cosa podría llevarla a tomar esa actitud? Tal vez sentirse poco apreciada por los demás.
Algunos indicios en que apoyarse han existido, aunque visto desde nuestra cómoda postura de observadores parecen a todas luces insuficientes. No quisieron que ocupara el lugar más importante de quienes encestaban en una prueba de recompensa, y en alguna ocasión han podido no contar con ella para compartir parte de un bien común. También fue nominada por un Jacobo líder, y en su derecho estaba de hacerlo. Detalles nimios en relación a sus supuestas consecuencias, el aislamiento de esta auténtica 'robinsona', rodeada de 'viernes' con quienes apenas se comunica.
El detalle que más ayudó a que este cronista entendiese hasta cierto punto a Sonia Monroy fue cuando en las primeras semanas pescaba para todo el grupo y en cantidades realmente importantes sin que se viera ningún agradecimiento ni celebración especial, en contraste con el día que pescó Montalvo. Fue tan fuerte ver la reacción del grupo, como le jaleaban, aplaudían y abrazaban, que pude convencerme de que en un caso así posiblemente tendría una reacción parecida a la de esta concursante.
No es fácil, por tanto, determinar si es justa o proporcionada su reacción, y tenderán a pensar que se trata de toda una pose, una estrategia en el juego, quienes no se creen a Sonia. No le ayuda mucho que baile sola frente al mar como si estuviera en un peep-show. Es inevitable que sus compañeros duden de su salud mental en momentos así. Como espectador la tentación es idéntica, además de no poder evitar sentir cierta vergüenza ajena al verla.
Ahora bien, ¿y si realmente se siente acorralada y prefiere seguir su camino por separado? ¿y si baila porque esa es su forma de tonificar los músculos y hacer el ejercicio necesario? Aunque igualmente le podemos dar una vuelta al argumento cambiando las precedentes por estas otras preguntas: ¿y si se ha planteado el juego aislada del resto y demostrando su capacidad de supervivencia casi en solitario? ¿y si cree que puede simpatizar con parte de la audiencia mostrando sus dotes para el baile y el meneo bajo el sol?
Cada uno juega como quiere, y a mí el juego de Sonia me llama la atención. No quiere decir que me la crea todo el rato. Tengo claro que las posturas en su favor y en su contra son irreconciliables, pero animo a pensar en el hecho de que cuando baila frente al mar no hay ninguna cámara cerca, siendo las imágenes muy lejanas. También que ella llora con lágrimas reales, no como otras personas. ¿Acaso le vamos a dar la satisfacción de considerarla tan buena actriz como para poder simular el llanto?
En los últimos días el tanteo parcial entre Sonia y Toni ha sido un claro uno a cero a favor del pequeño showman. Ha logrado levantar su imagen gracias a la sanción del programa y el modo que han sabido llevar su relación Tamara y él. Sonia ha quedado, por su parte, como la desalmada que abandona a su aliado en sus peores momentos.
El impagable remate a lo dicho es ver a ese Toni renegando de Sonia pero acercándose después a ella cuando la ve aislada de todos los demás y no puede evitar besarla mostrando su cariño. Me creo a Toni en este caso. Creo que realmente le da pena y no puede evitar intentar recuperarla para el colectivo, especialmente ahora que se ha quedado definitivamente sola.
No sé si ayudará más a esa integración con el grupo que saliera este jueves el propio Toni o Tamara. Según nuestra encuesta, la única opción no posible es la salida de Sonia, y dado que las encuestas solo marcan una tendencia creo firmemente en esta conservadora interpretación. Partiendo de esa base, creo que la salida de Toni puede empujarla con idéntica firmeza hacia un lado u otro. Igual se radicaliza más en su actitud independentista o decide acabar con ese incómodo aislamiento.
Dado el ritmo peculiar que está teniendo esta edición, con últimas horas y debates de lunes, recupero dos argumentos perdidos de días atrás. A saber, la aparición de la mantarraya asesina y el juego planteado el pasado fin de semana, a medio camino entre recompensa y liderazgo, o bien todo lo contrario. No quise hablar de la mantarraya ayer para no restarle protagonismo a la barracuda, nuestra estrella incomparable. A tenor de las consecuencias de su amenazante presencia es mucho más peligrosa aquella.
Le clavó uno de sus aguijones a Montalvo, que estaba a medio camino entre hacerse el experto en rayas (marinas) y demostrar que no tiene ni repajolera idea de como intentar atrapar una. Sin contar con la poca oportunidad de cocinar un pez que inocula veneno a sus víctimas, creo que Montalvo se quiso hacer el machito cazando un pez raro, grande y vistoso, lo cual le provocó una lesión cuya manifestación más grave y preocupante fue que se le durmiera el brazo izquierdo entero.
El pobre médico no pudo ir a Cayo Paloma porque estaba atendiendo a Tamara. Por tanto, fue Montalvo quien se subió a una de esas embarcaciones del programa para ir a la enfermería. La mantarraya asesina le había inoculado su veneno y la única salida en estos casos parece ser mantener la mano lo más inmóvil posible para evitar que se extienda el veneno. ¡Qué miedito!
Sobre la prueba especial de la caja misteriosa consistía en recorrer un circuito con los pies atados uno a otro y un molesto collar de cocos al cuello. Todos probaron entre ir andando a pasos cortos (como pingüinos, o el chiste aquel de "no me dejes así") o a saltitos. El resultado era en todo caso muy Chiquito de la Calzada. Tras cada vuelta tenían que subir a una tarima, aunque siempre faltaba una. Es decir, quien llegaba el último no tenía tarima y era descalificado, debiendo entregar el collar a uno de sus compañeros.
Curioso que tanto Kiko como Jessica (primeros descalificados) le pusieran el collar a Tatiana. Ya dije ayer que entre ella y Kiko no hay precisamente buen rollo. La dificultad se incrementa con el collar, dada la incomodidad que representa. A pesar de ello, la tercera eliminada es Rosa, que opta por colgarle su collar a Montalvo. La finalísima es entre este y Tatiana, aunque sería él quien llegara primero y, por tanto, se llevara la misteriosa caja a la isla.
Hasta el próximo jueves no se sabrá el contenido de la caja y su significado, aunque ya nos adelantaron que otorgaría un poder especial a quien la consiguiera. Montalvo sigue teniendo una flor en salva sea la parte porque tras dos semanas de líder ahora tiene en su poder una caja guardada por unos candados. Es de suponer que este nuevo privilegio ganado tendrá relación con el traslado de los anónimos desde Cabeza de León a Cayo Paloma y su unificación con los famosos, e igualmente con los cambios en lo referente a nominaciones y expulsiones.
La visita de Loli Álvarez no ha dejado a todos contentos. ¿Quién llamó falsa a Sonia cuando en directo aprobó el bocadillo terapéutico para Kiko y luego lo criticaba ante la cámara por considerarlo un trato de favor? Luego en la gala explicó que no había entendido bien y creyó que el 'bocadillazo' era para siempre jamás, lo cual es impensable. No creo que pudieran siquiera mantener siempre el ritmo de comunicaciones familiares, aunque igual es planteable un ritmo de carta bisemanal de su abuela e igualmente llamada cada dos semanas de la tonadillera. Esto se puede recetar como ciertos medicamentos, en semanas alternas.
Ahora es Tatiana quien protesta por el regalo a Toni Genil. Que si ha comido tortilla, que si parece estar siendo premiado con la visita de su amiga. Que si quién recibió los insultos es Tamara y no le han regalado nada. Ignora o pasa por alto esta concursante que Tamara también fue sancionada. Pero, sobre todo, estamos casi todos ignorando, allá y acá, que las sorpresas irán llegando a unos y otros. Si acaso a algunos les llegarán más veces y mejores, porque siempre hubo clases. Por tanto, guarden esa envidia, no procede ni la pataleta de Tatiana ni el envidioso "ahora que me traigan a mí a Yola" de Sonia.
Wellace0 me señala con el dedo y acusa:
Querido lector, tal vez deberías repasar tu concepto de la ironía y el humor, volviendo a leer todo lo escrito en este espacio considerando que ese es el registro utilizado.
Dejo a Tamara recuperada de su desmayo y a través de la visión de nuestro amigo Javier B.V.