Decíamos ayer que a Sonia le había salido un tenue “por supuesto” cuando Christian Gálvez le preguntaba personalmente si aprobaba que a Kiko se le fuera a suministrar comida como parte de un tratamiento médico. El tono de su respuesta ya indicaba que se trataba de una aprobación forzada y poco convencida. A veces hablan más los gestos y el tono que las palabras. Pues bien, no hemos tenido que esperar más de un día para saber la verdadera opinión de Sonia Monroy. Sin ambages, por derecho y con una claridad meridiana, la catalana expresó dos ideas clave.
Primero que quien no está en condiciones de seguir en el reality debería ser expulsado para ser tratado del problema de su salud. Esto les habrá gustado escucharlo a Román y familia, aquel bombero obligado a abandonar el concurso porque su salud peligraba seriamente. Entonces me pareció mal la presión familiar intentando que no abandonase el concurso, entre otras cosas porque eran causas de fuerza mayor las que obligaban a ello. Pero claro, entiendo que ahora estarán preguntándose porqué en su caso no le proporcionaron comida antes de llegar a la situación crítica por la cual fue necesario abandonar esa aventura y comenzar un urgente tratamiento médico.
También lo comentamos ayer, hubiera bastado con tenerle en observación durante esos tres días que va a recibir el sandwich diario para poder llenar el estómago lo suficiente como para que este admita el suministro de medicamentos. En tal caso nadie hubiera sabido exactamente su alimentación durante esos días, y así se evitarían suspicacias. Ahora mismo la única que se ha atrevido a hablar es Sonia, con un coraje digno de atención. Ahora bien, no me cabe la más mínima duda de que hay otros compañeros que opinan lo mismo... y callan.
El otro comentario llamativo de Sonia es sobre el especial trato que están demostrando casi todos con Kiko Rivera, por 'ser vos quien es'. Digo llamativo aunque en realidad lo es ese trato digno de estudio, como si se tratase de un grupo de siervos venerando a su amo. La opinión de Sonia coincide con una parte de la opinión suscitada aquí fuera, a unos cuantos miles de kilómetros de distancia (más exactamente 8.263 km hasta la agitada Puerta del Sol en Madrid). Eso sí que me llama la atención y consigue que comience a ver a Sonia de otro modo.
Esté más o menos de acuerdo con ella, lo cierto es que Sonia se está convirtiendo en un testigo de cierto valor para quienes observamos en la distancia lo que allí sucede, con las dificultades que dicha observación comporta. Usé hasta la extenuación (pesado que es uno) la expresión "nuestros ojos y nuestros oídos en la isla" para referirme a Mayte Zúñiga, una concursante a la que el público hizo ganadora coincidiendo extrañamente con mis gustos y preferencias. Y esto fue así precisamente porque Mayte me hacía ver más allá, comprometiéndose en la opinión como ningún otro hacía. ¿Alguien más es capaz de decir algo tan evidente como que a Kiko le están tratando entre algodones, presumiblemente por ser quien es?
No digo que se merezca otra cosa. Es más, estoy convencido de que el buen trato de sus compañeros también está motivado por su buen carácter y en justa correspondencia a la forma como él trata a los demás. Seguro que Kiko es un tipo adorable, lo cual justifica que la más joven de la isla le quiera hasta para cualquier juego peregrino, como ese de los pulgares que solo practican niños que se aburren mucho. Si alguien quiso ver a Jessica unida sentimentalmente con Montalvo en un futuro es que no ha visto a esta concursante realmente preocupada por la salud del hijo del torero y la tonadillera. Está claro que Kiko se lo ha ganado. No hay más.
Pero las palabras de Sonia vienen a reproducir cosas que muchos hemos pensado, en mayor o menor medida. Me atrae su claridad (tan de agradecer), en parte contradictoria con esas formas un poco falsas que transmite a veces. Quiero decir que habla en muchas ocasiones como una niña pequeña, lo cual no se corresponde con sus 39 años fantásticamente llevados. Precisamente cuando empezaba a cargarme el tono forzado de sus palabras, como si de una permanente interpretación se tratase, aparece la Sonia clara y sincera. Y entonces pienso que en su caso, está siendo nuestra voz en aquella isla, repitiendo argumentos y reflexiones que aquí se hacen. Reflexiones como las que siguen:
Pues sí señora, no sería igual tratado un Antonio Fernández gordito y caprichoso afirmando que nunca se ha controlado en su vida, destacando tres o cuatro veces la machada de estarse comiendo la lechuga (una pobre hojita) del sandwich, siendo tratado médicamente como nunca antes lo fuera un concursante de este reality y colaborando poco o nada con el colectivo (no pesca, no cocina, vigila poco el fuego). Muchas otras virtudes y cualidades destacables habría de atesorar para tenerles a todos tan cobistas a su alrededor.
Si sobre Kiko puede haber discrepancias, abriendo el debate entre quienes ven razonable el suministro de comida como parte de un tratamiento médico y quienes lo consideran un privilegio excesivo que pone al resto de concursantes en inferioridad de condiciones para afrontar el concurso, la actitud de Toni no admite discrepancias prácticamente. Su deslealtad y falsedad son difícilmente justificables, lo cual queda muy escasamente compensado por su perfil divertido y hasta entrañable.
Creo que se ha notado hasta ahora que este tipo me hace gracia. Aceptando a duras penas sus excesos, lo mucho que le gusta ser protagonista y el modo en que habitualmente lo ha logrado (antes de su paso por la Supervivientes y también durante el mismo), tiene cosas realmente divertidas, al menos para este humilde cronista. Soñar con su boda y que la novia sea Sonia, con quien duerme y relata como a veces la abraza y ella le da un codazo, son cosas que me hacen querer seguir viendo a este personaje allí.
También me gusta que se llegue a plantear una posible relación con Sonia, incluso que la descarte diciendo que no se ve (yo tampoco) y piensa en ella como una hermana (no sé, o sé). Le veo divertirse con quienes a su vez discute y no sé por qué me despierta una gran simpatía. A Tatiana le dijo de todo en la última gala, pero luego ella juega con la escoba (gran creación casera, sea quien sea el que la haya hecho) en la entrepierna de Toni. Y se ríen, y siguen jugando como si nada hubiera pasado antes de eso. También con Rosa, la cual le ha puesto de mentiroso y 'metemierda' para arriba pero luego bromean y también juegan, demostrando que ambos son un poco los maduros verderones de la isla.
Pero claro, luego va Toni y se zampa los cangrejos que debía repartir con Sonia. Y eso después de que esta haya aceptado el curioso statu quo de que ella pesque y él solo coma a cambio de darle un poco de compañía. Aún más teniendo en cuenta que él también come de la otra parte, porque el pollo tiene más cara que espaldas. Está comiendo los cangrejos apurado, esperando que no aparezca Sonia en breve, pero justo en ese momento nota su presencia y en seguida sale de su apuro ofreciendo las migajas e improvisando una mentira bastante despreciable: "Se me han caído dos cangrejos al fuego, puedes ir allí a verlo". Menos mal que no fue, por su bien.
De acuerdo que la supervivencia a veces puede pasar por quitarle la comida al de al lado, pero a tres semanas de comenzar el concurso no están todavía en condiciones extremas. La deslealtad de Toni, sus mentiras, le pasarán factura antes o después. Si el programa quisiera bastaría con que le mostrase a Sonia este jueves las imágenes de Toni zampando a sus espaldas los cangrejos. Mucho me temo que entonces iban a cambiar un poco las cosas. No sé a quién ni dónde escuché días atrás decir que a Toni le estaba perjudicando su cercanía a Sonia. Permítaseme que lo ponga en duda y de la vuelta al argumento como se hace con un guante. Creo que es Toni quien no ayuda a la buena imagen de Sonia.
Recupero brevemente un argumento visto en el debate del pasado lunes, simplemente para dejar constancia de que sucedió porque imagino a uno de los dos protagonistas de esta particular historia lamentando que el otro no confiase en él llegado un momento así. Se trata de Carolina y Xexu, quienes al hilo de una de esas conversaciones que tienen vida propia terminan hablando de Bibiana Fernández (la artista y colaboradora televisiva antes conocida como Bibi Andersen). El abogado opina que para ser transexual y tener la edad que tiene se conserva bien. La miss destronada le pregunta por qué dice eso. Siguen hablando un poco. ¿Alguien más opina como yo que Carolina desaprovechó esa ocasión?
Y os dejo hoy un pequeño juego a modo de acertijo: ¿De quién son estos ojos? Nuestra retratista Rocko ha puesto hoy sus lápices a trabajar en esto. No hay premio, o también puedes pensar que el premio es simplemente el placer de acertar.