El modelo de Tatiana
Cuando hablo del modelo de Tatiana no me refiero a su colección de bikinis minúsculos sino a lo que se viene a llamar sus referentes, término odioso donde los haya. En seguida hablaré de eso, casi lo único que merece comentario entre lo visto y no abordado todavía de los últimos dos días. El resumen de ayer posiblemente plasmó de forma más fidedigna que nunca la realidad de lo que pasa en Cayos Cochinos. Si tuviera que resumirlo en una sola palabra creo que sé perfectamente cual utilizaría: nada. No pasa nada. Pescan un poco o lo intentan, miran el horizonte y dejan pasar el tiempo.
Saben que queda poco, muy poco. Como no se ha dicho oficialmente cuando termina esto evitaré ser yo quien de ese paso, sobre todo para no pasarme de listo y nadie se me moleste. Pero diré que el mes acabará sin Supervivientes, o eso creo. Podrían equivocarse pero están en lo cierto cuando piensan que no les queda nada. Tengamos en cuenta que los concursantes salen para Madrid dos o tres días antes de la gala final, que viven desde el plató.
Se justifica, por tanto, esa mezcla de añoranza y deseo irrefrenable de que esto acabe. Los últimos días son agónicos por varias razones. Está claro que se acumula el cansancio, pero cuenta mucho más el ansia de ver el final tan cerca. Es como cuando estamos llegando a casa con ganas de ir al cuarto de baño y en la medida que se acerca el momento nos parece más difícil aguantarnos, especialmente cuando estamos metiendo la llave en la cerradura.
Saben que el fin casi ha llegado y les están sobrando estos minutos de la basura. Ni siquiera tienen ganas de pelear, lo cual es la negación del propio formato. Pero es humano. A estas alturas solo les interesa completar su ciclo e intentar llegar al final. El premio es aliciente suficiente para dar por bueno el esfuerzo y las privaciones. Un premio que se reparte el último día, ese que tanto ansían.
Si les ponen una prueba de recompensa (en el diario de ayer vimos que se preparaban para una, cuyo desarrollo reservaron para hoy) seguro que intentarán conseguirla, pero sin el entusiasmo y las ganas de antaño. ¿Qué más da? Si queda nada para poder dejar de privarse y tenerlo todo al alcance de la mano. Por eso ni me extrañan ni me sorprenden los planos de concursantes mirando el mar, despidiéndose de ese paraíso casi infernal de forma lenta y sosegada.
Otra cosa son los monólogos directamente a cámara de Rosa Benito. Esta concursante sigue haciendo el papel de su vida. Con la mirada perdida en el infinito reflexiona sobre lo humano y lo divino, haciéndose cruces de lo bien que lo ha hecho en el concurso. Inesperadamente se ha descubierto más capaz de lo esperado. ¿Quién le iba a decir a ella que sería un crack de concursante?, parece estar pensando.
Cuando no se da cera y brillo a ella misma es casi peor. Su capacidad para reunir infinidad de lugares comunes por minuto es insuperable. "No hemos necesitado a los hombres para nada", dice ufana. Esa es una de sus constantes, casi como una reivindicación feminista de pacotilla. Por hombres supongo que se refiere a Kiko Rivera o Jacobo Ostos. Malos ejemplos, sin duda.
Rosa maneja el drama como una experta. Su habilidad para ello sería envidiada por cualquier guionista de culebrones. La cercanía durante años de la folclórica le dejó un valioso legado. Ella sabe vender como trascendente lo más nimio, utilizando casi siempre un tono lastimoso. Está pretendiendo controlar la emotividad del espectador cuando mantiene una especie de altar para la estampita del Nazareno que Toni se llevó consigo. Le cuida el hueco dejado en una palmera, como si fuera un lugar santo.
El del Nazareno es solo un ejemplo, aunque muy significativo. De hecho, creo que a Rosa se le está poniendo cara de Dolorosa. Observad el 'ayer y hoy' de las imágenes de la izquierda. Sonia aparece más delgada pero manteniendo un aspecto saludable. Sin embargo, Rosa muestra un gesto grave, como persuadida por una trascendencia mística.
Una de las grandes claves de Rosa ha sido dar pena al espectador. Da igual la vida que haya tenido, lo importante es que la audiencia votante piense que ha sido poco afortunada. Por eso mantuvo el doble papel de 'mami' para sus compañeros y para los espectadores el de ama de casa esclavizada que desea fervientemente un hálito de libertad. Para mí tengo que se excedió un poco al teatralizar el personaje. Lo de ir al cine o salir de copas le hace perder credibilidad.
Pero su discurso no perdió fuelle del todo, entre otras cosas porque es fácilmente identificable. Muchas mujeres harían esa noche un imaginario pacto de sangre con Rosa. Imagino la estampa en algunos hogares españoles, con 'mamis' sintiéndose Rosas Benitos por un día. Ellas también necesitarían alguna noche de despendole y con quién pasarla. Ellas también hace mucho que no van al cine. Unánimente hubieran repetido la consigna: "Todas somos Rosa Benito".
Por si esto fuera poco, en esta recta final empieza a apuntar el drama económico. Ella necesita el dinero, lo cual sugiere con toda la picardía del mundo. Todos escuchamos "me hace mucha falta", o "me vendría muy bien", y automáticamente pensamos en el importe del botín, ese jugoso premio que espera solo a uno de los náufragos cada año. En esto no está sola, ya nos enteramos de que a Jeyko le hace falta el dinero. Quien más y quien menos cree necesitarlo si le ponen ante ciertas cantidades.
Aída y Sonia se dedican a lanzarse flores en Cabeza de León. Incluso la primera pronostica el triunfo de la segunda. Está muy bien todo, incluso diría que reconforta ver a Aída de buen rollo, sin hacer jugarretas ni preguntas capciosas, renunciando a ese yugo asfixiante que para ella debe representar el mantenimiento del papel de mala malísima. Ahora bien, no sé si le estará haciendo un favor a Sonia.
Dudo de la oportunidad de llevarse bien con Aída. Al ser sincero debería ser acompañado por la recompensa habitual en la audiencia. Otras cosas no, pero los espectadores valoran con gran regularidad los comportamientos sinceros, por muy equivocados que estén. Pero con Aída hemos topado, señores. Tengo el convencimiento de que es mucho más rentable llevarse mal con ella, demonizar al monstruo, discutirse gravemente.
Tener buen trato y haberse ganado cierto aprecio por parte de Aída es algo que se ha trabajado Sonia, probablemente sin saberlo ni pretenderlo. La hija de Mari Ángeles ha tenido una trayectoria errática en este sentido. Primero se llevó con Sonia mejor que con el resto porque era la única que tenía una relación normal con ella, luego parecía que al volver a la isla tenía a Sonia (además de Rosa) entre sus objetivos.
Sin embargo, sus dos supuestas víctimas propiciatorias eran precisamente quienes mejor la recibían, especialmente Sonia. Sin prejuicios, saludó a Aída siempre con cariño y dando muestras de alegría al verla. Esto debió notarlo la interesada y entiendo que es el origen de este buen rollo sin límites entre ambas. Aposté que no sería capaz de mantenerlo pero me creo perdedor en esa apuesta. De momento siguen manteniendo una estupenda relación.
A pesar de que sea un mérito de Sonia por tener una relación desprejuiciada con Aída, creo que parte de la audiencia puede sancionarla por esto. Imaginemos esa espectadora de mediana edad, impactada por el discurso liberador de Rosa, deseosa de ir al cine con esas amigas que probablemente ni siquiera tiene y viendo a Sonia de buen rollo con 'el terror de Honduras', la perversa Aída. ¿Con quién se quedará? ¿A quién concursante tenderá a votar para que consiga el triunfo? No hay duda, ¿no?
Y lo de los modelos o referentes de Tatiana. Me dejó perplejo en el diario del lunes. Según ella, los espectadores habrán apreciado los valores de Rosa, 'mami' de todos. También habrán captado los suyos, principalmente que es una persona normal, sincera, espontánea y esas cosas. No entrecomillo porque escribo de memoria pero este era el sentido de su reflexión. Hasta aquí todo correcto.
Lo más interesante vino cuando Tatiana encuentra un modelo. "Como la Belén", dice. Naturalmente se está refiriendo a Belén Esteban. No entraré a discutir si la gente quiere o no a este personaje y lo que muchos valorarán en ella. Ahora bien, con esto me lo ha dicho todo. Tatiana se compara a la Esteban, supongo que porque las dos son sinceras y así... muy echadas pa' alante. Este es el referente de Tatiana. No me digas más.
Dejo el fenomenal retrato de Jessica, posible expulsada de la semana, como siempre gracias a los grafitos de Rocko.