Miedo en la isla
El miedo ha aparecido entre los concursantes en Cayo Paloma. Un miedo racional y concreto. El miedo a un duro enemigo que ha venido para jugar fuerte y así lo está haciendo. La fuente y el origen del miedo se llama Sonia Monroy.
¿Quién iba a decir que Sonia podría llegar a ser tan temida? Según Rosa Benito: "le ha cogido el tranquillo a la pesca". De esa forma singular explica esta concursante que su compañera haya pescado catorce peces en un día mientras ella se discutía con Toni Genil y no podía evitar mirar con recelo a la persona que está aportando más comida al grupo. El mismo recelo que pude apreciar en la cara de Jessica o Tamara cuando miraban con temor a Sonia. Las tres parecían burlarse de la tenacidad, constancia y maña de Sonia con la pesca. Tal vez no se burlaban y tan solo se podía apreciar en sus gestos el miedo. Un miedo insondable hacia un enemigo inesperado.
Salvo Reyes, no sabemos de nadie más que haya decidido acercarse a Sonia para ver cómo se las apaña y consigue pescar tanto. Son peces no muy grandes, porque pesca cerca de la orilla, pero en todo caso mucho más de lo que han pescado los demás. Luego se queja Tamara de que decida reservarse dos peces, uno para el almuerzo y otro para la cena, quien los ha pescado. La última en llegar parece querer imponer las reglas en lugar de adaptarse a lo establecido por el grupo. Y, en todo caso, parece poco inteligente quejarse de que el grupo tenga doce pescaditos para llenar el buche y Sonia el privilegio de disfrutar de los otros dos.
Es poco inteligente porque mañana Sonia puede decidir dejar de pescar. Y entonces el grupo debería espabilar y ponerse a pescar, porque en caso contrario pasarán de tener doce pescaditos a no disponer de ninguno. Entonces dejarán de quejarse algunos de que Sonia coma más que ellos porque ninguno comerá. Eso sí, también dejarán de sentir miedo. Ese miedo paralizante que ya se aprecia en Cayo Paloma.
Sonia vive apartada del resto, resentida por la nominación y perpleja por la falta de reconocimiento a su aportación al grupo. No solamente se lo agradecen poco sino que recelan de ella y la critican. Ni siquiera parece ayudarle el apoyo de Toni, el único que se está encargando de destacar la importante labor de Sonia. También es el único que intenta consolar a su compañera en los momentos de bajón anímico. A Sonia no le vale el apoyo de Toni, como si no fuera suficiente para ella y esperase algo más.
Eso sí, en justa correspondencia es Sonia quien intenta consolar a Toni cuando llora impotente por no poder entender a una Rosa que reacciona con inusitada violencia y dramatismo cuando le habla de los cangrejos capturados por él durante la madrugada. Rosa presume de estar toda la noche pendiente del fuego, algo que hace casi fuera de si para sorpresa de Toni. Me da mucha lástima que Rosa trate de esa forma a Toni, y mucho más verle llorar como a un crío mientras ella le acusa de estar actuando ante las cámaras. Pero yo vi un llanto sincero de un hombre mayor, mientras que la actitud de Rosa sí puede estar movida por un intento desaforado por quedar bien ante la audiencia.
De forma que tenemos a Sonia y Toni como los apestados del grupo, aquellos a los que miran un poco como si fueran bichos raros. Montalvo pierda las formas con Toni. Le trata como si fuera un niño pequeño... o un imbécil. Lo de menos es que le manotee cuando este intenta probar el coco traído por Rosa. Es otra cosa lo que resulta ofensivo. Tanto derecho tiene Toni como Montalvo de probar el coco, sin necesidad ninguna de ridiculizar a nadie ni llamarle por enésima vez pesado. En todo caso, ya hay dos concursantes camino de convertirse en tan míticos como apunta a ser esta edición. Sonia y Toni están llamados a ser los dos héroes de este arranque del concurso, lo cual les agradezco inmensamente. Hacía mucho que no teníamos unos héroes tan bien elegidos.
La gran virtud de Toni como héroe es que es bajito, rechoncho y gracioso. ¡Dios mío! si es el antihéroe. En cuanto a Sonia, enorme que vaya a convertirse en héroe la aspirante a actriz que se graba con la webcam de su casa haciendo monólogos, a menudo encarnando el papel de loca. Gran heroína esta que emigró a Los Ángeles para intentar relacionarse bien con la industria del entretenimiento y que cayese algún papelito en Hollywood. Aquella a la que se ha acusado varias veces de tener relación con la prostitución, tantas como las que ha salido en su defensa negándolo.
¡Menuda sorpresa ver a Sonia más trabajadora que ninguno! Y encima, como destacaba anoche en el debate el gran Boris, pesca con esas trenzas y la pluma de Pocahontas en la cabeza. ¡Qué diferencia su estilo y la zafiedad del 'osete' víctima de su gota! Perdón por meterme fugazmente con el favorito de la audiencia (así lo indican las encuestas y el número de seguidores en redes sociales), pero me pareció risible la explicación que al alimón daban Rafa Mora y Sofía Cristo sobre los padecimientos de Kiko Rivera con su gota. Nada más lejos que reírme de una enfermedad, incluso de esa que dicen es de reyes abusadores del marisco. Pero ¿a quién se le ocurre decir que Kiko a veces no puede ir a trabajar porque está con la gota? Sofía, por favor, no nos hagas reír de esa forma. ¿Trabajar ha dicho?
Coincido con el comentario generalizado en el debate sobre el recibimiento del grupo a la vuelta de Tatiana. Algunos besos y abrazos habrán sido más sinceros que otros. De hecho, se escuchaba a Tamara preguntarle con insistencia mientras no paraban los abrazos y los besos si había estado en Madrid. Y si se iba a quedar con ellos. También a Tatiana le invade el miedo ante el regreso de su compañera. A saber lo que harán con ella, tal vez termine en el pesquero, como le llama Tatiana.
En el texto que le hacen leer a Tatiana con la mano al frente, como en los juicios de las películas americanas pero sin poner la otra mano sobre la Biblia, se les escapó lo que parece ser uno de los argumentos de esta edición, si bien era algo bastante previsible. Dijo la concursante que "los expulsados se van al pesquero", como algo destacado entre las cosas que no puede contar a sus compañeros y ella ha podido conocer al haber estado fuera de la isla unos días. Su compromiso con el programa es el de no contar nada, especialmente ese argumento del que tenemos confirmación gracias a ella.
A este paso el barco fantasma (y pesquero) terminará pareciéndose al camarote de los hermanos Marx, mítica secuencia de 'Una noche en la ópera'. Se me ocurre que hay otras cosas susceptibles de ser contadas tan importantes o más que ese argumento. Por ejemplo, un aspecto de la vida de Carolina no desvelado por ella y que el programa al final terminó reconociendo anoche, aceptando que se hablara sobre ello.
No coincido con las opiniones sobre que Carolina deba revelar a Xexu su reasignación sexual. Mucho menos que nadie tenga autoridad para decir a esta concursante cuando debe hacerlo. ¿Por qué antes de comenzar una relación y no en medio? Eso contando con que el gallego tenga algún interés por esta concursante, lo cual tampoco parece claro. El debate está servido, de cualquier modo.
Apuntes de bitácora
El plan de Jacobo es que le deban sacar del concurso por desnutrición, y evitarles a sus padres pagar la sanción económica por abandonar injustificadamente el concurso. No come y dice que "lamentablemente" ganó el juego de inmunidad. Se quiere ir, vamos, por lo cual ya está estorbando. Nada de castigarle y dejarle soportando una prueba que no está hecha para él y a la que nunca debió enfrentarse. Jacobo Ostos debería haberse presentado a Hijos de papá. Le pega mucho más.
Sonia le contó a Aída una historia triste y dramática en su vida, relacionada con el accidente de coche que le costó la vida a su hermano. En el debate recogieron las imágenes y ahí están para quien le interese. Personalmente me pareció un relato emocionado y doloroso, por lo que no tenía intención de referirme a ello. Pero el debate contó ayer con la evitable participación de Rafa Mora, que no pudo evitar sacar los pies del tiesto, como suele.
Resulta que no solamente sugiere que Sonia cuenta un hecho tan fuerte y sentido para sacar provecho de ello en el concurso, sino que es incapaz de darse cuenta del momento en que se produce la escena. Es obvio que si está hablando con Aída esas imágenes pertenecen a algún momento anterior a la 'casi expulsión' de esta concursante. Sin embargo, el colaborador del debate alude a ciertas sospechas (absurdas, añado yo) por haber decidido contarlo justo cuando está nominada. Pero cuando Sonia fue nominada Aída ya no estaba. O sea, cualquiera un poco despierto es capaz de darse cuenta de que lo contó antes de ser nominada. Cualquiera menos Rafa Mora.
Nuestro amigo Javier B.V caricaturiza a Tatiana. Aunque pueda parecerlo, no ha exagerado mucho las redondeces. ¡Palabra!