Guerra y paz
Como en la novela del ruso Leon Tolstoi, vivimos la guerra y la paz en Cayos Cochinos. Frente a la armonía que desprende La Selva, con una Ivonne y un Matías conformistas y trabajadores, en Cayo Paloma no solamente ha comenzado la guerra (Escassi dixit) sino que empiezan a ir unos contra otros sin demostrar demasiada puntería. Es la guerra... más madera, como decían los geniales hermanos Marx.
Madera no les falta a los dos que vivirán hasta esta misma noche en La Selva. Tienen, por tanto, asegurado el fuego una vez que Ivonne consiguió la forma de hacer saltar la chispa con ese cachivache que les han facilitado. Una vez visto como viven estos dos, las duras condiciones que nos habían vendido no lo parecen tanto. Hay pesca y fuego, con la ventaja de repartirse un pescado entre dos en lugar de tener que compartirlo con otra docena de compañeros.
La Selva, lo que se dice selva no es mucho. Si acaso porque está atestada de insectos grandes y repelentes, tarántulas incluidas. Pero esto no parece ser un obstáculo para ellos, en definitiva Matías es un vividor a quien no parece asustarle casi nada, e Ivonne no parece ser la típica niña mona y tonta sino que es más bien mona y lista. Lamentablemente no han encontrado nada de fruta, salvo las almendras que sirvieron de alimento exclusivo al propio Matías y Escassi durante su semana en Playa Uva.
En cuanto al reto de la red, aparentemente lo completarán antes de lo previsto. No hay nada como planificarse e intentar encontrar la mejor manera para hacer una cosa. De momento me ha gustado verles replanteando en la arena la malla cuadrada de tres metros de lado, utilizando estacas y un trozo de cuerda de un metro como medida. Lo van a conseguir seguro, aunque se hartarán de hacer nudos.
Pero a la tranquilidad de los dos exiliados esta semana se contrapone un ambiente tenso y enrarecido que se vive entre el grupo mayoritario. Realmente se trata de más de un grupo, quizá tres, aunque por momentos pareciera que todos van contra todos. Incluso las tres chicas del pacto, que presumen de ser únicas manteniendo el buen rollo y la fidelidad, aunque ya se vería si esto seguía siendo así en el caso de que fueran las últimas (y únicas) habitantes de la isla. Mucho me temo que sin tener a quien despellejar se terminarían arrancando las extensiones entre ellas, utilizando una expresión de Daniela. Bien es verdad que esto no va a suceder, porque tras Begoña (o Yolanda) saldrá probablemente Wilma y así quedará definitivamente roto y dividido el grupo.
Si los demás fueran listos y quisieran jugar fuerte no nominarían a Wilma. Es un rival débil, no por sus capacidades o el estado físico que parece acreditado no es demasiado bueno. No lo es porque no desea seguir, no manifiesta voluntad para aguantar lo que ha de venir, y de esa forma es imposible seguir ahí. Saldrá antes o después, y cada semana, cada día incluso, cae sobre una losa encima de quien desea marcharse. ¿Para qué nominarla entonces? Es un rival no débil, sino directamente rendido y, por tanto, inexistente. Ante esto, lo práctico sería nominar a quien si pueda ser rival, el que cada uno considere amenazante de su permanencia en el programa.
No obstante, se me vislumbra que sí nominarán a Wilma, entre otras cosas porque de no hacerlo el grupo lo hará el líder Juanito, como ya comenté ayer. Esto no resolverá el enfrentamiento entre las tres facciones de las que hablaba antes, las cuales resumiría de este modo:
- Las chicas del pacto: Hemos hablado de ellas hasta la extenuación. Su víctima propiciatoria parece ser ahora Escassi (Varo, le llama Cuca, mientras este la responde como Cuquina. Los pijos son así), después de muchos días de dirigir sus odios africanos (en Honduras habrían de convertirse en odios centroamericanos) hacia Daniela. Aún así, imagino que repetirán nominación, especialmente tras la expulsión de Begoña, la más resentida con el jinete tras la nominación de este. La actividad preferida de estas tres concursantes es criticar a los demás, mucho peor personas que ellas y menos trabajadores. Eso sí, todo esto lo comentan generalmente tumbadas al sol. Ayer mismo veíamos como Begoña reconocía que el sol cansa mucho, lo cual explicaría lo exasperantemente cansina que se están poniendo, especialmente Wilma 'caradeasco'.
- Las otras tres féminas: Sin querer resultar ofensivo, no he utilizado en este caso el término 'chicas' por razones obvias. Ellas son Cuca, Zúñiga y Daniela, el terror de los ermitaños y cangrejos de Cayo Paloma. Son depredadoras nocturnas, haciendo coincidir su labor con el momento en que las mencionadas especies salen de sus escondites. Eso sí, a veces lo apresado de noche desaparece antes del alba. Supongo que quedará entre los grandes misterios de Supervivientes quien quitó el plato que aseguraba la tapa del recipiente donde guardaban el cebo. Esto sí que es cebo vivo, recién capturado además. Hace unos años me encontré en una estación de servicio de la bahía de Santander la máquina de vending más extraña que he visto nunca. Al lado de la máquina de las Coca-colas había una que expendía "cebo vivo". Me recorrió un escalofrío indescriptible por la espalda al verlo.
- Los no alineados: Estos merecen hoy un capítulo aparte. Se trata de Escassi y Santi, al que desde ayer podemos bautizar como el 'robacocos'.
Ayer ciertas actitudes de los dos 'no alineados' dieron en parte la razón a las chicas del pacto. Es indudable que Escassi (a quien llamaron 'el marqués', lo cual me quiere sonar a algo) lleva un par de días especialmente poco activo, más alienado que de costumbre, pasando muchos ratos tumbado a la sombra sobre una colchoneta. También es verdad que su mejor amigo se ha ido en el cayuco y no ha vuelto. Y encima iba con él la chica que más cerca estaba de él durante buena parte del día. Bastante cerca, diría yo, aunque nunca es demasiado. Esto explica la actitud de este concursante, aunque no necesariamente justifica su dejación de las labores necesarias para el grupo.
Lo de Santi es mucho más fuerte. Cuando llevamos un par de días a las chicas diciendo que los otros se reparten comida sin contar con ellas, resulta que la cámara es testigo de como 'el grande' (como le llama Juanito, referido exclusivamente a su físico) está partiendo un coco en soledad, escondiéndolo en cuanto nota la presencia de ese ojo indiscreto. Lo que no logro entender es por qué ríe. ¿De qué se ríe Santi? Reconozco que me da un poco de pavor esa risa tan abierta al ser pillado supuestamente en una fea actitud. ¡A ver si en vez del médico va a tener que acudir a la isla un psiquiatra!
Esta noche asistiremos a la cuarta expulsión, la primera en la que abandonará el grupo una chica. Será también la primera gala para Christian Gálvez. Podría pasar palabra al respecto, pero creo que por simple cortesía le debemos desear lo mejor desde aquí. Uno de los momentos clave de la noche será como se tomarán todos el liderazgo de Juanito (otro de los no alineados), y especialmente él mismo. Yo no me lo pierdo. Lo veré desde mi cómodo palafito.