Pues sí, todos a una vimos a todos en el grupo juntos por fin. Diría que muy juntos, tal vez demasiado. Fue por una prueba de recompensa con la que conseguirían esas dosis siempre pequeñas de harina y crema de chocolate. Alguien se sorprendía porque Raquel dijo chocolate y no se esperaba que fuera en crema. Hombre, dadas las condiciones climatológicas y que no disponen de un frigorífico se habría convertido en crema en todo caso. Así no hay forma de conservar una tableta.
Debían pasar de una plataforma sobre el agua a otra, sujetándose a una soga dispuesta en la parte superior y ayudados por otra en los pies que debía ir tendiendo quien primero pasase (que en este caso fue la acémila, que para colgarse de una cuerda parece tan bien dotado como para insultar y denigrar a quien le rota). Cada vez la plataforma era más pequeña y en la última debían aguantar al menos diez segundos después de haber completado el circuito en un máximo de ocho minutos.
Antes de comenzar la prueba debieron pactar una estrategia común para cuando llegasen a la plataforma final. Dado que son muchos y el riesgo de caer al agua y, por tanto, no conseguir la prueba era muy grande acertaron en su plan. Los dos primeros en pasar fueron Alberto y Arturo. Los dos se tendieron en la plataforma después de que Rosi les recordase el plan. Luego pasó Jeyko y se hizo un hueco entre los dos, aunque le reclamaban que se tumbase en sentido transversal a los dos primeros. Luego Toni, este sí cruzado. Y así todos los demás, componiendo un pastel de concursantes que hubiera aguantado bastante más de diez segundos sin riesgo de caer.
La peor parte se la llevaron los de más abajo, aguantando el peso de todos. En algún momento pensé que reventarían, momento en el que veríamos el resuello perdido en Arturo y un machete en el esófago de Alberto. O algo por el estilo. Por fortuna aguantaron y no hubo que lamentar pérdidas. El grupo se veía más unido que nunca, para bien y para mal.
A la hora de agarrar la soga que lanzaba el cafre desde la nueva plataforma a aquella que ocupaba el resto tuvieron algún problema. Arturo no está para estos trotes y era incapaz de cogerla al vuelo, lo cual solucionaron Sonia y Jeyko. Este le sujetaba a ella, con más de medio cuerpo fuera de la plataforma, lo cual le facilitaba llegar a coger la cuerda para poderla poner en su soporte, no sin esfuerzo.
A pesar de que les dan para cada prueba un equipamiento completo, camiseta y zapatillas deportivas incluido, me puedo imaginar que el inconveniente primero de esta prueba era estar tan juntos, tanto que se debían confundir los olores de un sobaco y otro. La concentración de olores fuertemente impregnados de ese aroma que produce en el cuerpo humano el calor y la tensión de una competición debía ser embriagadora. Eau de sueur.
La estrecha (y obligada) unión de todos en la prueba se acabó justo cuando esta había terminado. Ya en el viaje de vuelta en autocar la acémila volvía a la carga, encontrándose solamente la censura de Rosa y ocasionalmente de alguna otra concursante. El grupo mayoritariamente sigue callando ante una bestia como esa, mostrándose extraordinariamente suaves y condescendientes hacia él.
Vuelvo a insistir en identificar los síntomas del miedo detrás de ciertas actitudes. Pero no es eso solamente. Vemos a Rosa acercarse amigable a los separatistas (Toni, Sonia y Carolina), incluso ensayando cierto conato de censura hacia esa joya que lleva ya viviendo una semana con ellos. Pero resulta que la joyita se acerca y ella le sigue obediente. Luego está pendiente de llevarle coco, negándoselo a los otros tres. Y aprovecha cualquier ocasión para censurar a los separatistas para mayor alegría y afirmación del loco del machete.
¿Por qué actúa así Rosa? ¿Tiene miedo? Bueno, ella misma confesó haberlo sentido cuando forcejeaban por una esterilla y Alberto llevaba en la otra mano el machete. En todo caso, es una persona adulta que peina canas y seguramente se mueve por algo más que el miedo. A ella le llega un mensaje inequívoco del exterior. Los dos nuevos incorporados entran a saco contra Sonia y compañía. Será porque coinciden en gustos y/o sensibilidades. Va a ser que no. Mucho más probablemente pensará que la catalana será una favorita entre la audiencia y, por consiguiente, un blanco a abatir.
Ese posible convencimiento lo puede sustentar igualmente en otros indicios en los que apoyarse. El más claro e importante que Toni haya aguantado sucesivas nominaciones, especialmente contra su amado Montalvo. El sueño del grueso del grupo ahora mismo debe ser romper la alianza de tres concursantes que se hacen fuertes apoyándose entre ellos y no serían lo mismo diezmados y capitidisminuidos.
La reacción de Rosa es lógica desde su punto de vista de concursante. Su principal aliado fue expulsado hace siete días. Y, precisamente, competía contra quien ha sido uno de sus objetivos, víctima de las invectivas de una Rosa cada vez más desquiciada. Normal que esté preocupada y se alíe hasta con el demonio si hace falta. "Este muchacho también tiene que comer", dice de Alberto después de haber protestado por una sanción que no ha sabido interpretar bien.
Muchos hemos interpretado en algún momento de forma errónea esa sanción. Pensamos que el castigo a Alberto era en realidad para el grupo pero no es así en puridad. Dice Rosa que les obliga a conseguir comida para él pero cuando les comunican la sanción les dicen claramente que es decisión de ellos darle de comer o no. En todo caso ya se ha visto durante el día que no dejó el machete ni un minuto su poca disposición a colaborar con el grupo. Por más que Tatiana le insistiera no ayudó ni un poquito, respondiendo de forma chulesca, como vemos siempre hacer a este impresentable.
Lo más gracioso de Rosa es que ponga la mentira como parapeto para justificar su velado apoyo a quien llama zorra a una compañera de concurso sin que nadie del grupo le pare los pies o de la espalda. Me parto y me mondo que nadie del grupo diga que no aguanta la mentira porque todos los que llevan desde el primer día son cómplices de una mentira. Rosa todavía no ha contado la verdad, ella que tanto dice odiar la mentira, de algo sobre lo que el grupo al completo dio una versión falsa y pactada. Todos sin excepción, desde Rosa hasta Sonia. No nos haga reír, por favor, queriendo hacerse pasar por defensora de la verdad.
Esta noche es necesario que la organización amplíe la sanción al pulpo-acémila que habita en Playa Uva. Me consideraría engañado como espectador si no se le comunica la expulsión inmediata a este individuo que ha desatendido las condiciones puestas por el programa el pasado lunes para poder permanecer en el mismo. Le pidieron que moderara su lenguaje y evitara esa violencia verbal que utiliza de continuo. No lo ha hecho, como todos hemos visto. Por tanto, debe ser expulsado.
Me da igual que sea más beneficioso o menos, tanto para unos intereses u otros entre los concursantes como para el propio espectáculo en sí. Me es indiferente todo eso. Lo único que quiero es no sentirme como un tonto al creerme que realmente le exigían el cumplimiento de unas condiciones. Dado que no lo ha cumplido espero obren en consecuencia. Por otro lado, el ejemplo que da este personaje es nocivo para la sociedad. Como le dijo Toni el lunes pasado: "Eres escoria". Pues eso.
Además de la probable expulsión de la bestia esta noche sabremos si es expulsado Toni o Emma. La lógica está bastante reñida con este programa, como ya hemos visto, pero atendiendo a la decisión del jueves pasado debería ser Emma quien dijera adiós en la gala de hoy, como ella desea. No olvidemos que esta concursante condicionó al grupo para que la nominase. Dado que no me gusta ver a concursantes votando por delegación o a petición de otros porque deja sin interés ese acto, y en previsión de que si se queda vuelva a intentar bastardear las nominaciones, deseo su expulsión.
Pero también porque creo que ha sido una concursante impertinente y veleta, que ni siquiera aceptó de buen grado que le hicieran educadamente la indicación relativa a no hacer pis en el lugar donde beben y se lavan los dientes. Luego simpatizó con Aída, lo que ya hace dudar sobre sus auténticas intenciones, pero sobre todo evidencia su estropeado gusto. Se ha enfrentado a Diego, a Jeyko, a Rosa o a Carolina y Xexu cuando estaban solos los anónimos.
Ahora pincha y provoca a Sonia y, de nuevo, Carolina. Le quita a la primera sus caracolas para cuando esta las recupera denunciar un robo. Hábil para hacer gorros con pequeñas ramas, igual que para enturbiar la convivencia entre sus compañeros, ha demostrado ser casi siempre un cero a la izquierda, por ejemplo cuando Carolina desvelaba su secreto delante de todos menos ella. Nadie la echó en falta.
En cuanto a la prueba final de líder las cosas variarán mucho si la gana Jessica o Sonia. Dependerá mucho de si ponen una prueba estática o dinámica, en la que cuente la fuerza o la suerte, etcétera, etcétera. Nada está decidido todavía y diría que esa lucha entre las dos concursantes es uno de los platos fuertes de esta noche. Al menos personalmente despierta mi mayor interés. Pero eso será esta noche con Jorge Javier. ¡Qué buenos son los jueves cuando hay Supervivientes!