Ya tenemos finalistas
La visita de Borja a Chiqui no iba a ser única en la noche de la semifinal, sino que a cada concursante le esperaba su visitante, amigo o familiar, como recompensa del último de los juegos. Fue una yincana de esas con barro y arena, para que acaben como croquetas a punto de ser arrojadas a la sartén. Los visitantes aparecieron en pantalla como si fueran guiris en la playa, alineados y esperando la llegada del monitor para ponerse a hacer aquagym.
Casi tres horas más tarde, los visitantes estaban todos en la misma posición, como si no hubiera pasado el tiempo. Cada uno de ellos llevaba un pequeño fardo de leña con la que los concursantes despedirán el fuego definitivamente. Hubiera sido un detalle que el paquetito de cada uno pesase justo los kilos que ha perdido desde su llegada a Cayos Cochinos. El de Nacho sería el más pesado, nada menos que 24 kilos, ¡y todavía tiene algo de barriga! Se notan más los 16 de Rafa, que cuando llegó tenía más tetas que Leo Margets y ahora es el espíritu de la golosina (no del Golosina, que ya estuvo por allí hace unos años). Carolina se ha dejado 11 kilos y medio, Chiqui 10, y 5 Rebeca.
Katia perdió 11 kilos, aunque juraría que en una semana ha recuperado la mitad. Lo suyo ha debido ser ansia viva con la comida desde el lunes anterior. Anoche se le veía comiendo pastéis de Belém en plató como si no hubiera un mañana. Menudo susto nos dio la madre de la cantante, y a la sazón del 'bota de oro'. Un poco más y aparte de perder tantos kilos se queda sin madre. Apunto estuvo de darle un ‘esparrabás’ a la pobre señora justo después de abrazar a su hija y proferir una especie de gritos tribales, muy acordes con la situación.
No quiso la portuguesa (la hija, me refiero) dar muchos detalles sobre como ha quedado finalmente su relación con Nacho Montes. Vino a decir que no deseaba ensuciar una noche tan bonita con un tema tan feo como ese. No con esas palabras, pero Katia y yo empezamos a entendernos. La noche tenía de bonita que estaba ella en plató, supuestamente. No sería por el sofoco de su madre, que se bebió un par de botellas de agua del tirón para oxigenarse un poco. Solo adelantó Katia que probablemente no será nunca amiga de Nacho, lo cual puedo creer.
Katia no faltó a la cita anoche, de igual modo que Rebeca. La primera lo hizo de una forma un tanto singular, con los dientes como recién blanqueados, un oso panda de peluche en la mano (luego explicó que era de uno de sus vástagos), descalza y con una camiseta del programa (como si no tuviera ropa). Yo creo que a ella le gusta ser la niña en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro. Más sencilla, a Rebeca solo le hizo falta su madre. La señora Franciska viene a ser una nueva Margarita Seisdedos, como decía anoche Miguel Frigenti.
Una vez aparecidas en plató Katia y Rebeca eché de menos a Rosa Benito. Tal vez hubiera cerrado el círculo del todo viendo como la audiencia expulsaba a Amador dos veces seguidas en la misma gala. Primero salió de la palapa rumbo al palafito y desde allí directo al puente aéreo de vuelta para casa. No entiendo que Rosa Josefa (en serio que es su nombre) cumpla una misión la semana pasada, convirtiéndose en gran protagonista, y anoche ni siquiera se dejase ver. Como seguro que no faltará para la final, sugiero que le pongan en plató una palmera con su nombre grabado, para que la pueda abrazar un poco. Aunque sea durante las publis.
Anoche palmera no había, pero el plató parecía invadido por el espíritu de 'mister obvio'. Primero fue Anabel Pantoja (sí, ella estuvo en este concurso), que dijo: “Borja no hubiera ido si el programa no le invita”. Obviedad, palabra de ocho letras. Luego lo confirmó todo el cuñado de Amador, marido de la hermana de Rosa Josefa, y su clarividencia sin igual: “Amador ha sido expulsado porque lo ha decidido la audiencia”. ¡No me digas más! Ya sabía yo que debía ser algo así. Menuda revelación.
Si Chiqui no le dijo a Amador diez veces que dejase el tabaco no se lo dijo ni una. O sea, un señor que se ha pasado semanas llevando un palito con forma de cigarro en la boca, que de vez en cuando cogía como si fuera un cigarro y al que solo le faltaba humear como un cigarro, va a dejar de fumar. Sospecho que en cuanto tenga ocasión se va a meter varias cajetillas entre pecho y espalda. A Amador le van a volar los cigarrillos como a Katia los pastelitos.
Uno de los momentos que más prometía anoche era el reencuentro de los concursantes de Cayo Paloma con Rafa y Carolina, además de su descubrimiento del palafito. Hablar de decepción es poco. No sé si no se sorprendieron al ver a Rafa convertido en un saco de piel y huesos o es que les costó reconocerle. El caso es que apenas reaccionaron, posiblemente por no estar suficientemente informados de lo que había pasado en esa tarima de doce metros cuadrados, medio invadida por las termitas, donde Rafa Lomana ha pasado semanas en condiciones extremadamente duras.
Mientras en Cayo Paloma iban consiguiendo comida mediante recompensas, los habitantes del palafito seguían su estoica vida, sin ni siquiera algún juego que les animase un poco. Anoche tampoco tuvieron ocasión de luchar por el último liderazgo. Se lo disputaron los otros cuatro concursantes, pero no Rafa y Carolina, que volvieron a unirse al grupo sabiendo que solamente uno de ellos llegará a la final.
El programa tiene dos finalistas desde anoche, a los que se habrán de unir otros dos hoy mismo, en una nueva gala con carácter extraordinario. Abraham fue el primer finalista confirmado al hacerse una vez más con el collar de líder. Es la sexta semana consecutiva que este concursante se convierte en líder. Es un auténtico récord, superando la marca hasta ahora en poder de Álvaro Muñoz Escassi, quien lo fue en cuatro ocasiones y no consecutivas.
Da igual la prueba que se le proponga. Creo que la fuerza de Abraham no está en sus brazos y piernas sino en su mente. Ayer pudo disputar la prueba de apnea con Nacho gracias a un juego ya planteado en la última edición, también en la semifinal. Se trataba de llegar a coger unas antorchas venciendo la resistencia de una goma atada a la cintura. Recuerdo a Sonia Monroy y Rosi Arcas avanzando por el suelo clavando las uñas en la tierra.
Solo Abraham logró las tres antorchas, siendo mucho menos corpulento y pesado que Nacho, por ejemplo. Por otro lado, no termino de entender a quienes dicen que la prueba de la apnea beneficia a Abraham. Todos están en igualdad de condiciones y, además, se trata de una prueba que puede entrenarse. Tienen toda el agua que quieran para ello. Han transcurrido muchas semanas desde que les hicieron esa prueba por vez primera. Podrían haberse dedicado a hacer ejercicios para intentar mejorar sus marcas.
Enfrentados Nacho y Abraham en la última prueba de apnea para decidir el líder, el ‘cachorrín’ se convertía en primer finalista y evitaba exponerse a la nominación de sus compañeros. Previsiblemente, era la última ocasión en la que debían escribir un nombre para luego quemar el papel, y la alianza de Yong con Nacho hizo que ambos se salvaran en primera instancia. Nominaron a Chiqui mientras esta se decantaba por el chino. Por tanto, Chiqui quedaba nominada junto a Nacho, que era elegido por el líder Abraham en coherencia con lo que ha venido haciendo durante semanas.
Yong, salvado en las nominaciones, se convertía en el segundo finalista, aunque no pareció terminar de entenderlo. Raquel Sánchez Silva no dejaba de repetirle que sonriera, pero ni por esas. Para esta noche hay reservados dos duelos, por tanto. El televoto decidirá si es tercer finalista Chiqui o Nacho, mientras con la App de mitele ON podemos convertir a Rafa o Carolina en el cuarto y último finalista.
Creo que sería justo ver a Rafa y Chiqui, junto a Yong y Abraham, en la final. Rafa ha sido de algún modo el concursante símbolo de esta edición. Su capacidad de resistencia a la supervivencia más extrema merece ese premio. No lo digo yo, que el palafito es supervivencia extrema fue una afirmación de Leo Margets, y anoche hasta Katia Aveiro decía que Rafa lo merecía. En cuanto a Chiqui, ha sido una gran trabajadora que no se ha dejado vencer nunca por las dificultades. Anoche luchaba hasta el final en la prueba de líder, aún sabiendo que era casi imposible para ella. Además, su reacción ante lo que iba Borja a contarle fue impecable.
El marido de Chiqui empezó a dar sus explicaciones prometidas diciendo lo que no había hecho. Es como si un reo le enumera al juez a quien no ha matado, antes de terminar de reconocer sus crímenes. La lista puede ser interminable. “No me he liado con ninguna, no me he tirado a ninguna, pero empecé a hablar con una y me la jugó”, decía Borja, y añadía: “Lo único que hice fue enseñársela y ella a mí”. O yo entendí mal o le vino a decir que una muchacha le había enseñado el miembro por webcam. Ceremonia de confusión se llama eso.
Por suerte, tras las palabras de Borja vino un vídeo que resumía lo dicho en platós sobre el tema, con especial atención a aquel polígrafo en el que confesaba ser un poco adicto al “para adelante y para atrás”. Creo que ante la poligrafista fue más claro que anoche. Su relato fue incompleto y más edulcorado que un tráiler lleno de Sugus. A pesar de lo cual, Chiqui tuvo una reacción adulta e inteligente, cosas que no van necesariamente unidas.
“¿Eso es todo?”, le preguntaba Chiqui, quitándole un peso enorme de encima. Mi frase preferida de la noche fue esta de la pequeña murciana: “Una infidelidad se perdona, y lo importante es que mirándome a los ojos mi marido me ha dicho que me quiere”. Eso es tener las cosas claras y lo demás es tontería. No sé si la audiencia esperaba un dramón, pero personalmente agradezco que Chiqui acertase en no proporcionar más carnaza.
El premio al trago que pasó Borja revelando a su mujer lo que toda España sabía fue poder dormir juntos en el palafito. Por un lado bien, aunque da un poco de cosa que habiliten ese espacio por una noche como nidito de amor. Dije ayer que Chiqui lo mataba o se lo tiraba, y ya sabemos que va a ser la opción B.
Preguntas desde el palafito
En voz en off escuchamos a Jorge Javier decir que Franciska, madre de Rebeca, estaba repartiendo ostias a diestro y siniestro. ¿Era figurado o nos perdimos sus mandobles? ¿Cuando dice siniestro se está refiriendo a Diego Matamoros?
¿Pretendía Carolina asestar el machetazo final a Rafa comparándole con Gerardo Prager? Si me dice a mí tal cosa no sale viva del palafito.
¿Estará esta noche Rosa Benito en plató o seguirá reservándose para un Sálvame Deluxe? En justicia se la conoce como Rosa ‘dinerito’.