El efecto San Mateo
Solamente con lo de los dos primeros días algunas chicas ya han pescado más que muchos de sus compañeros. El primero consiguieron llegar casi a cumplimentar el reto propuesto, consistente en pescar treinta piezas en una semana. Se quedaron en veintinueve, y eso sin la ayuda de una Daniela aún en recuperación de su crisis del día anterior.
El estado de esta concursante parece evolucionar favorablemente, a pesar de lo cual siguió llorando en soledad, renunció a comer durante todo un día y arremetió contra Matías, aunque esto último igual es buena señal.
Ahora mismo el gran debate es si Daniela debe abandonar la isla cuanto antes, para evitar males mayores, o bien debería aguantar y dar la batalla por derrotar al 'clan del pan Bimbo'. Era más divertido el debate sobre las tensiones del pantalón de Escassi, cuyo recuerdo me hace sentir una sórdida nostalgia.
El debate mencionado está pendiente de lo que veamos en los próximos dos días, no en vano en el último debate y resumen nos ofrecieron imágenes del fin de semana. En orden a como la parroquia de seguidores de Daniela vea a esta entre hoy y mañana, se decidirán por rescatarla de allí, como pedía tras la gala de forma desgarradora o bien por darle el impulso definitivo para que se decida a dar la batalla por el premio final.
Está claro que Daniela no estaba preparada para enfrentarse a esta aventura, no tanto por la dureza de las condiciones como por el propio componente competitivo, consustancial al concepto de concurso. La ha superado esa competitividad extrema de algunos compañeros, enfrentándose a ello con escasa o nula capacidad para hacerles frente. Esta divertida y algo alocada Daniela no ha sabido jugar, y veo difícil que vaya a ser capaz de hacerlo ahora. En todo caso depende de ella, si en algún momento dijera estar dispuesta a llegar hasta el final no me cabe duda de que recibiría apoyo suficiente para conseguirlo.
Ayer me equivoqué dos veces, pudiendo rectificar la primera pero no así la otra. En un despiste escribí que no se había visto a Escassi interesarse por la crisis de Daniela, lo cual es una estupidez, dado que se encuentra en el exilio de la selva. Allí tiene este concursante una frenética actividad consistente en tumbarse a la sombra durante horas. Iba a decir que tendrá los huevos bien descansados, pero es de una ordinariez notable. Vaya equivocación la mía, lo que faltaba para que me sigan acusando algunos de liderar el MAE (Movimiento Anti Escassi), cuyo objetivo es promover un complot internacional para evitar el triunfo del concursante Álvaro Muñoz Escassi en este programa.
Para enmendar el error mencionado cometí otro menos grave, en una concatenación de errores bastante lamentable. Simplemente cambié el nombre de Escassi por el de Ivonne, que casualmente no pasó la noche en Playa Uva sino en la clínica hondureña donde le habían dado nueve puntos de sutura en la mano para restañar el corte que se había hecho el día anterior. Digo que es menos grave el segundo error porque hasta ayer no supimos ese detalle, lo cual no quita que acusara a la concursante de haber dejado de hacer algo imposible. Vaya desde aquí mi rectificación.
El hecho de que no fuera testigo de la crisis de Daniela, sino que únicamente sepa lo que le contó Yolanda, puede suavizar algo su severo juicio sobre esa situación. Era bastante fuerte que habiendo visto el estado de esa compañera, aunque fuera desde lejos, tuviera una reacción tan dura como poco considerada. En cualquier caso, la ambición de esta concursante es tal que tampoco resulta extraña su reacción.
No sé si es mayor la ambición de Ivonne o sus tragaderas. Entiéndaseme bien, cuando hablo de las tragaderas me refiero a su capacidad para engullir fruta sin desperdiciar absolutamente nada. No puedo evitar quitar de mi cabeza la tremenda imagen (y muy especialmente el sonido) devorando media sandía ¡con cáscara incluida! Por todos los santos, cómo es posible que se coma así la sandía, por mucha hambre que tenga. Junto a la mitad de ese fruto se comió tres plátanos y medio, parte del premio de una nueva misión. En esta ocasión les proponían comerse ellas el contenido de la caja o llevarla con el grupo para comerlo entre todos a cambio de entregar el machete.
Hicieron bien Yolanda e Ivonne en consensuarlo antes de salir en busca del tótem garífuna, a cuyo pie estaba la caja con fruta. El comentario de varios de sus compañeros fue que cualquier cosa menos quedarse sin machete, única herramienta que conservan. A la vuelta, el único que torció un poco el gesto fue Matías, aunque antes quien había puesto problemas había sido Santi, en este caso a cuenta de la forma empleada por aquel para elegir a las dos personas que participarían en esa misión.
Matías había decidido enterrar en la arena tres almendras, siendo dos de ellas enteras y la tercera solo la mitad. Se sorteaba solo entre tres porque Matías y Zúñiga ya habían participado en última misión, y tanto esta última como Daniela no podían participar en esta al estar nominadas. Quedaban Yolanda, Ivonne y Santi, por lo cual quien sacase la media almendra no iría a la misión. El 'largo' no protesto antes, pero sí cuando vio su mala suerte. Lo cierto es que se ve claro que no soporta a Matías, con quien ha tenido más de una agarrada últimamente.
La elección de Yolanda e Ivonne confirma la suerte de algunos de los concursantes, que contrasta con la mala fortuna de otros. Ellas dos estuvieron entre quienes comieron el revuelto preparado por Cuca el jueves pasado, en el caso de la bailarina también fruto del azar. Quizá podríamos decir que es una demostración más del 'Efecto San Mateo', que favorece a los favorecidos y perjudica a los perjudicados. Este efecto recibe su nombre de un versículo del Evangelio según San Mateo, que dice:
El juego aquí planteado es como una partida de ajedrez, donde algunos movimientos de jugadores les hacen lograr cierta superioridad, la cual les permite hacer movimientos más mortíferos después, que a su vez les llevan a tener una posición aún mejor o a adquirir más ventaja material. Así hasta llegar al jaque mate. En todos los juegos hay dos líneas de desarrollo de la partida, una marca la cercanía de la victoria mientras la otra determina la facilidad de tomar decisiones.
Es en juegos como este (al igual que en el ajedrez) donde el 'Efecto San Mateo' se hace más patente, dado que ambas líneas tienen el mismo sentido: cuanto más se acerca el jugador a la victoria más sencillo le resulta seguir acercándose. Veremos si esto se confirma o al final puede el espectador votante dar un golpe de mano y cambiar la suerte de los más desfavorecidos.