Carta, paquete o visita
Cuando era pequeño y teníamos que formular un deseo preguntábamos: "¿carta, paquete o visita?". En teoría, aquello que eligiéramos casi sin pensar sería lo que recibiríamos de forma sorpresiva. Me da la impresión que nunca debí elegir visita porque el atractivo de la sorpresa se me antoja mucho menor. No sé bien si por haber sido un niño poco sociable o puede que porque andaba sobrado de visitas en casa.
Si a nuestros Robinsones les plantean la pregunta en cuestión creo que descartarían lo de la carta porque hoy en día se valora más una llamada, y si no que se lo digan a Jacobo que ha debido sacar un bono de llamadas internacionales o algo. En cuanto a la visita, hay precedentes de concursantes que recibieron la visita de un familiar, novia, o incluso un ser querido (como decían Tip y Coll). Pero se me vislumbra que preferirían el paquete, por si acaso pudiera contener algo de comida.
Luego volveré a la visita que les espera esta misma noche, porque antes debemos recuperar un argumento pendiente. La tensión vivida en la palapa durante la gala del jueves pasado se pudo comprobar en directo simplemente observando la cara de circunstancias que tenía Raquel. Me pareció ver a la presentadora incómoda cuando Jorge Javier le pidió que contase quien lo que había pasado y quien había comenzado la discusión, como si no tuviera ganas de delatar a ningún concursante. Por eso esperé con interés ver el resumen del viernes y las anunciadas imágenes inéditas de aquello que nos perdimos en directo.
Ni me gustó Toni Genil en plan prima donna de extrarradio atacando a Tatiana con cosas tan infantiles como si tiene tetas de silicona o diciéndole a Tamara que aún no ha salido del cascarón. Lo primero se lo podría haber dicho a algunas otras compañeras de aventuras, porque este año hay silicona suficiente en la isla como para forrar varias pelotas. Ahora bien, es ridículo intentar ofender de esa forma, casi tanto como hacerse la ofendida ante la actitud de Toni.
Esto fue lo que vimos en Tatiana, cuyo llanto me creo y posiblemente responda a algún tipo de trauma o preocupación, más allá de las descalificaciones de un marujo criticón como Genil. Es una pena porque hasta ese momento estaba bastante convencido de cambiarle el mote de Toni 'senil' por el de Toni 'genial'. Pero ahora me apetece más bien poco dedicarle un apodo tan amable. A pesar de ello, reconozco que me sigue haciendo gracia como personaje 'destroyer', falto de pudor y casi sin límites a la hora de ir contra todos, o casi todos.
De momento, a Sonia la salva de la quema porque llena el buche gracias a ella. No quiero pensar en la posible reacción de Toni si algún día esta se niega a compartir su pesca con él. Me produjo un poco de vergüenza ajena Toni el jueves, pero no fue el único. Mientras él descalificaba y ofendía a sus compañeros (más bien compañeras) a pares pudimos ver a Montalvo metiendo la puya por lo bajo continuamente, y hasta Rosa reclamó su momento de gloria gritando desquiciada. Cuando la 'Venenito' llama a Toni "metemierda" los dioses matan un gatito. De pequeños diríamos "bota, rebota y en tu culo explota", o también encaja aquello de "le dijo la sartén al cazo".
Luego alucina ver a esa figurita de porcelana haciendo sus ejercicios matinales, con los pinreles metidos en el mar y agitando sus brazos grácil y delicado. Son esas cosas que compensan todo lo de demás. Bueno, también me gusta verle soportando tan bien las condiciones, con su avanzada edad. Gran contraste con la ñoñería de Jacobo (hoy me ha dado por volver un poco a la infancia, cuando decíamos frases gloriosas como: "Jacobo, cuanto más mayor más...", ¿cómo seguía?...).
La verdad es que a Toni no habría por donde cogerlo de no ser porque algunos compañeros se están empeñando en hacerlo bueno. Ver a la mayoría como hienas en contra de él no hace otra cosa que aumentar las simpatías de muchos hacia el ofendido. Sus enemigos son, en buena medida, sus principales aliados. Aunque él luego se encarga solito de pifiarla diciendo cosas como eso de que Tamara debía barrer (¿barrer la isla? ¡Mon Dieu!) porque es mujer. ¡Pero bueno, Toni!
Volviendo al principio, esta noche tendrán visita y no estoy seguro de que les vaya a hacer mucha ilusión. La salida de Aída durante el programa de las diez de la noche se verá compensada por la visita de una vieja conocida. Dado que hemos vuelto este año a Honduras bien podría tratarse de la barracuda, ese personaje imprescindible que alguna vez llegamos a dudar de si no era un autómata manejado por el programa.
Desgraciadamente he tenido que acudir al archivo palafitero para conseguir una imagen de la esbelta especie marina cuya principal afición es robarle los anzuelos a nuestros supervivientes. La barracuda está desaparecida y no me gustaría tener que llamar a Lobatón (por cierto, primer presentador de Supervivientes en España) para localizarla. Es urgente que vuelva a los cayos, mejor si lo hace para quedarse. Pero no es ella la protagonista de la visita que les espera.
Como ya sabréis la mayoría, la visitante se llama Mari Ángeles, y es madre de Aída Nizar. No sería tan espeluznante la noticia de no ser porque la protagonista de esta inesperada visita no solamente es madre de la que fuera concursante hasta el pasado jueves, autora de momentos inolvidables como ese "¡duele, Dios cómo duele!", o el no menos impactante "¿dónde estás ahora, Dios?". El altísimo debe estar acongojado (por no decir acojonado) con Aída, y harto de estar tanto en su boquita.
Pues bien, Mari Ángeles es un clon de Aída. Histriónica, teatrera y un espectáculo permanente. Espero, por su bien, que a estas horas ya le hayan impedido consultar Internet, y en caso contrario que tenga el buen juicio de no visitar este blog. Aún así, y en caso de que me lea ahora o después, le pido que olvide y disculpe mi impostura. Pero es que viendo las fotos de ambas empiezo a sacarles cierto parecido. Caras afiladas, sedientas de sangre y venganza. Son tal para cual. O lo parecen.
La visita de Mari Ángeles les hará mucha más ilusión que la esperada reaparición de la barracuda, estrella indiscutible de esta aventura hondureña. Menos mal que Jacobo dice estar tan débil como para no apetecerle ni discutir porque la imagino mentando a su madre (por supuesto con estilo) y aquello podría terminar como el rosario de la aurora. Ya decía el sábado en La noria que ambas familias tienen mucho en común.
A saber, Jacobo es licenciado en derecho y a Aída le quedan dos asignaturas (que deben ser un hueso increíble, porque las tiene pendientes desde la noche de los tiempos); además, la madre del hijo del torero es médico, como lo era el padre de Aída. Le faltó un pequeño detalle, las dos familias parecen igual de templadas y juiciosas, enemigas del insulto y la ofensa. ¿A que sí?
Por mucho que nos parezca un cachondeo, no hay que negar una cosa: ver las caras de los famosos de Cayo Paloma cuando aparezca Mari Ángeles tras la marcha de Aída va a ser un cuadro. Yo estoy deseando que llegue el momento y tengo desde el viernes a una amiga, así tan fina como Aída, insistiendo en que se "despepita" de solo pensarlo. ¡Qué barbaridad!
No tengo idea de si Mari Ángeles va para quedarse (no todo el tiempo, ¡no caerá esa breva! quería decir hasta cuando el público quiera) o solo de visitante tocapelotas (con perdón). Me temo que no concursará, lo cual ya lamento. Aunque con la visita puede ser suficiente y tiene la ventaja de que no nos va a costar nada mandarle de vuelta para España, a disputarle la silla en la tele a su hija. Bueno, digo silla por decir porque Aída se acostumbró a estar de pie en esos programas de calidad llamados 'call shows'. Dudo si hoy me estoy poniendo más ordinario que irónico. O todo lo contrario.
Apuntes de bitácora
Me gustó Reyes consolando a Aída en ese barco fantasma de tan infausto recuerdo. En general, me gustó la reacción de Reyes todo el rato esa noche. Primero rechazando convertirse en un vulgar membrillo, chivándose de sus compañeros anónimos, como pretendió hacerle creer Aída. Luego su rostro entre no dando crédito y preocupado cuando veía en la distancia la reacción de Aída ante esa cierta muestra de rechazo por parte de los anónimos, que habían preferido a Reyes para continuar de momento en el concurso.
Y finalmente, según pudimos ver en el resumen, ese Reyes humano y sensible, acercándose a Aída para darle un achuchón e intentar paliar en lo posible su berrinche. Reyes es un tipo normal, tanto es así que igual encaja mejor con los anónimos que entre famosos, cuyos objetivos ni entiende ni comparte. Puedo equivocarme pero creo que este atleta puede aguantar mucho tiempo en esa situación, y sería posible que fuera el killer de varios compañeros si le hacen enfrentarse a ellos. No me cabe duda de que se hará querer por los anónimos, y eso le puede proporcionar un buen pasaporte en el concurso.
A pesar de lo dicho sobre Toni en estas letras de hoy, más bien poco amable, debo decir que me descubro ante uno de sus motes. Lo de "tamala" está muy visto y lo ha recuperado de otra Tamara bien conocida por él. Pero llamarle "miss cebolla" a Jessica ha podido conmigo. Sé que es muy malicioso, pero mentiría si dijese que no me reí cuando explicó que es "miss cebolla" porque "tiene el culo gordo y llora".