Arriba las chicas

Primera prueba de líder, aunque solamente en fase de clasificación que habrá de resolverse durante la gala del jueves. Hasta entonces no sabremos quien se cuelga el collar que da la inmunidad y que, en justicia, debería disputarse entre dos chicas: Sonia Monroy y Jessica. Ellas se ganaron por la mano a todos sus compañeros, especialmente una Sonia rápida y habilidosa que empieza a dejar asomar un inesperado perfil ganador. Las reglas de la prueba exigían que quedasen chico y chica aspirantes a convertirse en líderes, solo por eso veremos luchar por ello a Jacobo Ostos y la propia Sonia.

Es injusto para Jessica, concursante que hizo un mejor papel en la prueba que Jacobo. El dominio de las dos chicas no se vio compensado por culpa de una regla absurda. Ellas dieron un ejemplo de tesón y capacidad, mientras dos concursantes se quedaban atascados en el primer obstáculo de la prueba. ¿Adivináis quienes fueron? Para quien no lo viera contaré que debían pasar por debajo de un tronco de madera puesto a escasos centímetros de la arena. Dos barriguitas impidieron a sus dueños pasar con facilidad esa primera traba. No hay espacio para el suspense, está claro que fueron Kiko y Toni.

A Rosa también le costó pasar, aunque lo hizo antes que los dos concursantes que lucen curva de la felicidad. Si tenemos en cuenta que Tatiana prefirió no hacer la prueba por las molestias en su pecho que la han dejado tristemente fuera de juego y Rosa tiene una clara desventaja en las pruebas físicas por edad y estado de forma, el dominio de las otras dos mujeres se materializó ante José Manuel y Jacobo. En esta prueba competían en realidad cuatro concursantes. A Sonia la temerán a partir de ahora no solamente por haber ganado la prueba y estar a un paso de ser líder sino por haber demostrado un arrojo y una entrega admirables. Si las fuerzas físicas le acompañan esta chica puede ser un huracán que arrase a todos.

Después de la primera prueba de líder la clasificación queda de la siguiente forma: Aída y Reyes castigados sin prueba por estar nominados, Tatiana fuera de juego por su problema de salud, José Manuel y Jacobo dejándose ganar por Jessica y Sonia, Rosa haciendo un papel aceptable teniendo en cuenta sus limitaciones, mientras que Kiko y Toni se atascaban al principio del circuito. Los pobres quedaron fuera de juego nada más empezar. Otra vez será.

Veremos si Jacobo llega al jueves para poder disputar con Sonia el collar de líder o antes le pierden las formas con Aída, a quien nada le puede venir mejor que encontrarse con un concursante torpe que le dice "fuera de aquí te habría arrancado la cabeza", como afirma ella que hizo. No sé si se lo inventa o lo dijo de verdad, pero significativo me parece que la cámara apareciera con celeridad a grabar en enfrentamiento de estos dos, y aún más mosqueante el silencio repentino del hijo del torero. Son solo dos indicios, no es suficiente para afirmar que la amenaza existió, pero algo debió suceder cuando ocurrió lo que cuento.

Después del incidente seguía Jacobo despotricando a distancia y de mala manera contra Aída, jaleado por algunos otros compañeros. Entiendo que Aída es insoportable pero creo que con ciertas actitudes algunos no solamente le están dando razones sino que se están descalificando. Agitar a la fiera cuando esta anda tranquila no es nada aconsejable, y eso fue lo que vimos ayer en el resumen cuando Rosa decide ir a llamarla mentirosa tergiversando unas palabras de Reyes .

Acababa de terminar la conexión con el debate del lunes, en la cual habían argumentado los dos nominados sus razones para continuar en el concurso. Ya contamos aquí ayer por donde fueron ambos discursos. Aída en su línea de explotar el argumento de su aislamiento por culpa del resto de compañeros, cada día más verosímil, por extraño que parezca. Y Reyes empecinado en clamar venganza contra los anónimos porque le nominaron en masa, concretamente todos menos Xexu. En este punto me gustaría detenerme un poco.

El pasado jueves Reyes nominó a Kiko porque es un rival fuerte en el juego, según él. En el momento que lo dijo pensé en los indicadores a mi alcance para saber que efectivamente Kiko es el favorito de buena parte de la audiencia. Una de esas muestras era el número de seguidores que había suscitado en las redes sociales, muy por encima que la mayoría de concursantes.

No es extraño, porque los tres que encabezaban esa clasificación eran los más famosos entre los famosos. El propio Kiko, Rosa y Aída tenían más fans declarados que todos los demás juntos. Solo el caso de Jessica en una red social muy usada por los más jóvenes les superaba a todos. De hecho, ahora mismo concita más de setecientos seguidores.

Un poco más tarde, en la misma gala, pudimos comprobar que no estaba equivocado Reyes porque Kiko no solamente era un rival querido y con muchos seguidores antes incluso de comenzar el juego sino que también podía superarle en algunas pruebas, como la de las antorchas. La barriga que ayer le dejó varado al principio de la prueba le había ayudado el jueves pasado a tirar del elástico con más facilidad que el atleta. Por tanto, nada que objetar a la decisión de Reyes , si acaso aplaudiría la sinceridad con la que expresó los motivos de su nominación.

Ahora bien, y llego ya al final de mi argumentación, extraña el contraste entre su nominación y la furibunda reacción contra los anónimos por haberle nominado utilizando idéntico argumento al suyo. De forma que él puede nominar al rival que considera más fuerte pero los demás no pueden hacer lo propio, ¿no? ¿Es eso? Claro, el fallo es que para los anónimos el rival más duro es él, lo cual le hace desear enfrentarse a ellos en las pruebas. Particularmente no entiendo la doble vara de medir que exhiben algunos.

Pues bien, Reyes vuelve de la conexión televisiva del lunes, como había empezado a contar antes de la anterior digresión, y sus compañeros le preguntan como ha ido. Entonces cuenta someramente lo dicho por ambos, refiriendo la intervención de Aída de la forma que habríamos hecho muchos, como un episodio más de su pretendida historia de todos contra Aída. No culpo a Reyes porque insisto en que no dijo nada raro, pero Rosa debía andar con ganas de jarana, aunque debía saber con quien se enfrenta.

Parece mentira que la colaboradora de Sálvame, por quien he de confesar cierta debilidad por su perfil de madre capaz de poner firme a la prole con un par de gritos, no sepa quién es Aída. Más de uno dijo en la primera gala que estaba loca, pero es más lista que todos ellos juntos. Así que cuando ve a Rosa ir directa a romper la paz de su aislamiento y llamarla mentirosa enfermiza su reacción es tranquila y reposada, casi pasando de la Benito.

Apenas se defendió de algo que ni escuché a Reyes decir ni realmente salió de la boca de Aída en la conexión del debate. Rosa se inventa que acusara a sus compañeros de haberla dejado sin comida, y a esto sí contesta. Pero ya digo que por lo demás pasó de hacerle el juego a Rosa y contestar a sus improperios. Aída es mucho Aída, y solo participa en broncas que ella misma provoca. ¡Anda que no!

Y mientras este cronista veía a Rosa y Aída discutir con cierta desgana (desgana la de ellas discutiendo, aunque también un poco la mía al verlo) no podía evitar el pensamiento reflejo de si Kiko y Toni seguirían atrapados bajo el tronco, luchando contra sus propias barrigas. Ya sé, ya sé, la prueba había terminado un rato antes, pero no puedo evitar pensar de vez en cuando en ello. Dios mío, ¡aparta esa imagen de mi mente!

La quieta travesía de los anónimos pasa ya por su sexto día. El barco navega seis días sin avanzar un solo metro, menudo fraude. Claro que, siendo un poco optimistas, pensaremos que aún no se ha hundido. Y eso que los intentos de Jeyko (el que tiene nombre de gran danés) por ligarse a Diego hacen aguas claramente. Los demás anónimos parecen obcecados en no abandonar tal condición. ¿Alguien sabe quien es Rosi? ¿Qué voz tendrá? ¿Será trabajadora o perezosa? Grandes misterios de la humanidad superviviente. O le dan un poco de bola a los anónimos o nos terminaremos olvidando de que existen.

Personalmente estoy deseando ver desenvolverse a Carolina, la concursante transexual que casi llegó a ser Miss Jaén, aunque la organización de ese certamen haya eliminado casi cualquier rastro de ella en su página web, sustituyendo la imagen de esta Miss por una enigmática silueta negra (véase la imagen de la izquierda).

Para la organización de Miss España la pobre Carolina no es transexual sino un fantasma negro al que ahuyentar ¡Es muy fuerte! No estoy seguro si quitarle el título de Miss Linares y borrar todo rastro suyo es algo motivado por haber descubierto que reasignó su sexo antes de presentarse a ese concurso de belleza o por convertirse en concursante de Supervivientes. A saber qué consideran peor los responsables de esa antigualla de concurso, tan absurdo como denostado.