Los recursos naturales de Playa Uva son notablemente superiores a los de algunos otros emplazamientos utilizados por el programa en Cayos Cochinos. Ya recordamos días atrás el atracón de almendras que se pegaron algunos concursantes de ediciones anteriores, además de ese rinconcito entre las rocas donde se pescan piezas bastante más grandes que los pezqueñines de la orilla. Un ejemplo de esto fue el enorme rodaballo (o similar) pescado por Sonia. No sé ni cómo consiguió sacarlo sin que se le rompiera la caña. Una caña recién construida, por cierto, ya que algún lumbreras debió echar las anteriores al fuego pensando que era leña. ¡Ya le vale!
Con almendras y pesca suficiente la perspectiva de pasar hambre se reduce drásticamente. Recordemos que en una prueba de recompensa del pasado jueves les dieron azúcar, y aunque algunos se tiraron a comérsela a puñados se supone que dejaron suficiente para poder hacer unas almendras garrapiñadas de impresión. Pues bien, es precisamente en este momento cuando a alguien se le ocurre robar comida. Bien mirado ¿cuándo si no? Solo se puede robar lo que hay, y ahora que tienen comida es cuando esta puede desaparecer.
En cuanto echan de menos parte de lo pescado, e incluso unas cuantas almendras, el dedo acusador de dos concursantes apunta a Tatiana. Primero vemos a Kiko acusar, incluso aclarando a cámara que a pesar de estar convencido de que ha sido ella no será él quien le diga nada. Confía en que alguien lo hará, y efectivamente esa es Tamara, cuya fama de amiga de lo ajeno hemos conocido estos días. Si aplicamos un razonamiento puro de navaja de Ockham habríamos de colegir que quienes han robado son Kiko y Tamara, dedos acusadores probablemente manchados con restos de la comida levantada al colectivo.
Cierto que hay imágenes de Tatiana comiendo pescaditos, pero como ella misma aclaró se trataba de esas miniaturas que pescan Rosa y ella misma, cuyo destino era incierto. Según esta concursante dijeron que los iban a tirar y ella pidió permiso para hacerlos desaparecer en su boca. De ahí a meter la mano en la olla (guardaban las almendras en dos ollas) o birlarle al grupo pescado fresco hay un abismo.
Por obligación debo preguntar un día más sobre la enemistad manifiesta de Kiko con Tatiana. ¿Por qué apunta a esa compañera como autora de un robo sin hablar de prueba alguna? ¿Qué diablos tiene el 'maravilloso ser' de canela contra ella? También puede ser que Kiko y Tamara tengan pruebas del robo de Tatiana y no quieran ponerlas encima de la mesa. En ese caso están siendo bastante torpes porque es precisamente la acusación gratuita lo que me hace pensar en ellos como autores del robo.
Si apuntan bien los concursantes acusadores, y las imágenes del programa no se confunden cuando muestran a Tatiana comiendo de forma no muy furtiva (delante de ella está Rosa), debo decir que no se equivocó Santiago Segura al elegirla para hacer un papelito en su último Torrente. El papelón supuestamente interpretado por la concursante es de premio Goya a la actriz revelación. Lloriqueando asegura no haber metido la mano en la olla, enfrentándose a la acusadora Tamara.
En realidad no sé qué pensar porque si me pasa a mí aparte de llorar aún seguiría llamando chivata a la polemista. Por otra parte, manda narices que quienes acusan a Tatiana como autora del robo sean dos de los que no han pescado ni un resfriado en la isla. No saben lo que es trabajar, conseguir comida, aplicarse en las pruebas y colaborar para el bien del grupo. Pero para poner a funcionar su dedo acusador sí que valen.
Ayer decíamos que eran doce más tres concursantes, contando con quienes habitan Playa Uva y los tres ya expulsados previamente que aguardaban en esa especie de purgatorio en que se había convertido Cayo Paloma el jueves pasado. Pues bien, ahora ya son doce más uno, aunque en este caso solo la superstición justifica el añadido, puesto que ahora todos los concursantes están en idéntico plano. O quizá no tanto, pero de eso hablaré más tarde.
Durante unos pocos minutos se abrieron los teléfonos para que la audiencia eligiera entre Reyes, Diego y Toni para permanecer en el concurso. Aunque las indicaciones fueron un tanto erráticas (Christian hablaba de llamar para "seguir" mientras sobreimpresionado aparecía "salir", lo cual fue rectificado a vuelta de publicidad, justo cuando se cerraba el televoto) y el tiempo para votar muy corto, lo cierto es que ganó Toni por una apreciable diferencia. Con tres candidatos, este concursante logró el 49 por ciento de los votos para continuar en el juego.
Me gustó la reacción de Toni desde que supo el modo en que se elegiría quien de ellos iba a continuar. Inmediatamente señaló a Reyes, diciendo que se trataba de un gran superviviente que merecía continuar porque además lo deseaba. Generoso fue porque según vimos en las imágenes del fin de semana el atleta se mantuvo aislado, dormitando la mayor parte del tiempo y ajeno a las amigables charlas entre Toni y Diego. Solo acudió cuando vio que había un coco para zampar, una de las pocas cosas que han podido llevarse a la boca en estos cuatro días, lo cual ha dejado mella en un Toni visiblemente más delgado.
La prueba de líder fue esta semana de esas que nos gustan a los amantes de este programa. El punto álgido de la prueba era ese salto desde las rocas al agua, obstáculo insalvable para más de un concursante. Aún así, dieron la oportunidad de no realizar el salto, volviendo a descender por el mismo camino de subida, pero ni con esas consiguieron que completaran la prueba todos.
Tres concursantes renunciaron a hacer la prueba completa. El caso más clamoroso fue el de Jessica, que apenas había hecho una décima parte de la prueba cuando dijo que no quería seguir. Esta concursante se está burlando del programa y su audiencia, por lo que un día más debo preguntar: ¿Qué narices ha ido Jessica a hacer? La cosa es muy sencilla: cuando recibió la llamada de un representante de la productora ofreciéndole participar en este programa sencillamente debió decir que no. No hay más. A partir de ahí, cada día que permanezca en el concurso será una oportunidad más perdida de retirarse y dejar paso a alguien con ganas de competir y hacer cosas.
No fue Jessica la única en abandonar. Kiko lo dejó por agotamiento después de haber saltado con gran arrojo. Creo que la capacidad de sacrificio del Rivera Pantoja es demasiado pequeña como para ser utilizada en un juego. Al menos Montalvo había demostrado que se podía completar la prueba sin problemas, porque la cuarta en intentarlo también abandonó. Rosa no se vio capacitada ni siquiera para saltar, lo cual no tiene que ver con la fuerza sino con la valentía y disposición de competir.
Menos mal que Sonia, Tamara y Tatiana dejaron al grupo en buen lugar haciendo la prueba hasta el final. No solamente eso sino que quien mejor tiempo hizo fue precisamente Sonia, casi medio minuto por debajo de Tatiana y justo un minuto menos que Tamara. Incluso su marca mejoró en un segundo la de Montalvo. En casos como este se ve quien ha ido con ganas de demostrar su capacidad como superviviente y quien ha ido a pintar la mona. Sonia y Montalvo se disputarán el jueves el collar de líder.
Otra cosa es el complejo que les ha entrado a los famosos al ver como se desenvuelven sus anónimos competidores, tanto organizando el trabajo (la especialidad de Xexu) como currando. Aunque mientras Rosa les reconocía estar más preparados y dispuestos, otros no desaprovechaban la ocasión para criticar a Emma por ser activa e imaginativa como Sonia. Bueno, quizá solo le criticaban porque les recuerda a Sonia.
Y el enigma de Carolina fue finalmente revelado a sus compañeros. Sospecho que Tamara le hizo saber que estaba en conocimiento de su secreto y eso precipitó los planes de revelar al grupo que reasignó su sexo en un proceso temprano cuyos comienzos se remontan a la temprana edad de catorce años. No olvidemos que Tamara entró más tarde que los demás, lo cual le dio ocasión para conocer esta circunstancia, revelada en exclusiva por este blog. Avala esta teoría que cuando lo contó se ve como la polemista está animándola a hacerlo, así como las declaraciones de la madre revelando que su hija no había decidido en que momento lo contaría.
Carolina reunió a todo el grupo (excepto Emma, a quien nadie debió echar de menos) para decirles que es transexual. Sobró que expresará sus temores a ser rechazada. La reacción del grupo demuestra que no hay nada de eso, lo cual debería saber de antemano, por muy mal que lo haya pasado en su vida, teniendo incluso que abandonar su lugar de residencia para iniciar (ella y los suyos) una nueva vida en Granada. No hay excepciones en lo positivo de las reacciones, incluso por parte de Xexu, que dijo entender ahora algunas cosas pero aclaró que esto no cambiará en absoluto su relación con ella.
Más allá fue Kiko, que no trabaja pero tampoco deja descansar la húmeda. El hijo de la tonadillera habla por los codos, lo cual no tiene precio en un programa como este. En este caso no se cortó un pelo en contar que en más de una ocasión le había pasado que no se había dado cuenta en absoluto que se lo había montado con una chica transexual, añadiendo: "incluso alguna vez he repetido sabiéndolo, fíjate si me había gustado". Hay que reconocer que este Kiko es un crack. No hay más.
Para guardar y usar más adelante. Toni y Diego hablan de los famosos, coincidiendo ambos en tener algo en contra de Montalvo. Lo del famoso lo conocemos pero no así lo del anónimo. Según contó, cuando los famosos debían votar en la palapa para deshacer el empate entre él y Emma fue Montalvo quien indicó al grupo que debían votar contra Diego porque era un rival fuerte. Este va de líder, según se ve.
Un diez para el conductor de la barca que llevó anoche a Sofía Cristo para montarles una poco exitosa fiesta. Del frenazo que pegó casi tira toda la comida y provocó que otro miembro del equipo diera con sus huesos en el suelo de la barca. Me estuve riendo un rato. ¿Por qué no triunfó la fiesta? Según Raquel parece que la barca terminó inundada y Sofía evacuada por otras vías. Se veía venir.
¿Alguien es capaz de decirle a Tamara que deje de besar su anillo, por el amor de Dios?
Dejo caricatura de Carolina y Emma, gracias al talento inagotable de Javier B.V.