Aída, casi expulsada otra vez
Aída es la mujer de los casi. Anoche fue la segunda vez que casi la vimos en la calle, alejada de los cayos hondureños donde un grupo de personas siguen perdiendo peso y añorando a sus seres queridos mientras luchan de forma bastante honesta por tener una opción de ganar este concurso. Ella no está en esa guerra, lo suyo es la ponzoña, el regüeldo intelectual, la contaminación, el virus infestante que lleva demasiado tiempo empobreciendo el panorama televisivo de nuestro país.
¿A quién le puede sorprender su actitud? ¿Acaso esperaba alguien otra cosa? Ella se llama comunicadora pero yo pienso que no pasa de ventosidad, y lo más grave es que le siguen poniendo un altavoz enorme para que todos la escuchemos. Lo suyo no tiene nombre, y si lo tiene no seré yo quien lo ponga negro sobre blanco. La decisión del programa no era fácil porque hicieran lo que hicieran iban a recibir nuestras críticas. A mi modesto juicio aciertan con poner parcialmente sus insidiosas preguntas sobre Ortega Cano pero se equivocan con la sanción.
La sanción a Aída se limitó a la merecida humillación pública, cuando la gran masa que anoche volvió a hacer líder a este programa con porcentajes de otras épocas esperábamos más bien la expulsión. ¿O acaso la dura sanción anunciada es mantenerla aislada (de isla) las semanas que restan? ¿Qué gracia tiene esto para un espectador harto de ver a este venenoso ser?
Esperaba que utilizase el argumento que al tiempo iba propagándose por la red, en una de esas conexiones mentales tan curiosas. Preguntaba Aída en Honduras y algunos simpatizantes en España por qué lo habían emitido si al programa le había parecido tan fuerte su interrogatorio insinuante a Rosa sobre su cuñado. Pues muy sencillo, porque si no lo hacen pensaríamos que nos tratan como a un público inmaduro e incluso dudaríamos de la dureza de esas imágenes.
No olvidemos que solamente vimos lo menos dañino, como una muestra de hasta dónde puede llegar un ser despreciable como ese. Por eso pienso que la decisión del programa fue la correcta, aunque en realidad todo es fruto de un error. Nunca debiera haber vuelto a la isla Aída. Quien la conoce bien sabía que es capaz de eso y más, por lo que no vale ahora echarse las manos a la cabeza.
El farisaico escándalo por el calificativo de "mala persona" empleado por Jorge Javier (amén de otras expresiones más gruesas) intenta desviar la atención sobre lo importante. ¿Cómo no llamar enferma a una mujer que no es capaz de apreciar el veneno de sus preguntas? ¿A alguien le parece normal lo que ella da por normal? Sin conocer el resto de los casi veinte minutos de conversación sobre una persona que a punto estuvo de perder la vida y provocó la muerte de otro conductor, solamente verla preguntar con sonrisa sarcástica "¿dónde quiere ser enterrado Ortega Cano?" eriza mi cabello y casi me provoca el vómito.
El papel de la barracuda (señora madre de la comunicadora) en plató tuvo más de cómico que de otra cosa. Solo alguien que es virtualmente un híbrido entre ese pez mítico en este programa y su propia hija es capaz de escuchar repetidamente la orden de abandonar el plató por parte del presentador y hacer caso omiso permaneciendo sentada respondiendo que se lo debe pedir la dirección del programa. Decían algunos espectadores anoche en blogs y redes sociales que el presentador no tuvo autoridad, pero ¿qué se puede hacer ante algo así? ¿llamamos a la Guardia Civil para desalojarla del plató? Que prueben otra vez con caña y un buen cebo.
Cambiando de tercio, cuando avisó Amador que le iba a entregar a su mujer un regalo pensé si le habría llevado el famoso Códice Calixtino pero lamentablemente era algo mucho más sencillo: un anillo con cuatro corazones. Bueno, sencillo no sería el término más adecuado para describir la joya, dejémoslo en menos valioso. Aunque el valor no material del regalo era que iba acompañado de una petición de confirmación de los votos de su matrimonio, algo que algunos hacen ahora para volver a tener regalo de boda.
La pareja rememoró la escena de Deborah Kerr y Burt Lancaster en 'De aquí a la eternidad', solo que en su versión madura. Un poco más de propaganda y terminaremos viendo a Rosa como una MILF (mamá que me beneficiaría, siendo medio fino). No hubo petición de divorcio sino más bien al contrario, como estaba anunciado. Hubo un momento que llegue a dudar si ella aceptaría la proposición de un pobre Mohedano con el traje blanco empapado por el revolcón a la orilla del mar, pero tras la publicidad se lo debió pensar bien y finalmente dio el "sí, quiero".
Todo fue romántico y muy bonito, lo digo sin ironía alguna. Eso sí, creo que deberían desgajar del propio programa la sección que cada semana dedican a ensalzar la figura de Rosa Benito. Merece un programa aparte, con su copyright al pie y todo eso. O bien cambiamos el nombre del programa por algo así como 'Supervivientes y Rosa Benito'. El programa decide lo que hace y la audiencia refrenda sus decisiones, de eso no cabe duda (anoche récord histórico, casi el 33%). Ahora bien, lo considero errado por innecesario.
Rosa no necesita de más promoción. Ya dije otro día que ignoro si va a ganar el programa pero sea como sea ya ha demostrado que es una buena superviviente. Fuerte, curranta e inasequible al desaliento. Si esto fuera poco esta semana se ha destapado como estratega, lo cual me postra a sus pies. Su plan de intentar asegurar la nominación de todos para Jessica y luego avisar a esta de tan malvados planes por parte de los otros me parece un prodigio absoluto, solo malogrado por lo que dijo anoche una guapísima Carolina en plató: "Jessi es una chivata".
Tengo dicho que tanto trato de favor terminará perjudicando a Rosa, tanto o más como beneficiará a Sonia lo contrario. Ni una ni otra necesitan ventajas sobrevenidas porque han demostrado lo que valen. A estas alturas se puede decir que todos son grandes supervivientes. Sus miradas cada vez más perdidas, los huesos marcando sus torsos, las caras demacradas, el llanto fácil a la mínima, son rasgos inequívocos de lo dura que es esa prueba. Y la están pasando con buena nota. Todos sin excepción.
Por eso no merecen más torturas, por lo cual espero que el veneno de Aída solo tenga el destino de ser autoinoculado. De veras que estos concursantes no merecen tener que convencerse más aún de lo que tiene de cierto una frase dicha esta semana por Tatiana. No puedo sacármela de la cabeza y resume todo un estado de ánimo, me atrevo a decir que colectivo. "Cada día es peor", dijo la concursante. Y yo lo creo.
Me gustó anoche Arturo. Siento tenerlo que decir justo cuando ha sido expulsado. Alguno pensará que es aquello de "después de muerto la cebada al rabo", en versión virtual y simulada. Pero no es cierto. Sucede que estuvo respetuoso, pidió disculpas por los calificativos empleados su primera semana cuando nominó a Toni ("ser despreciable, repugnante, falso, chaquetero y arrastrado”, le llamó). No solamente eso sino que compensó al de Puente Genil con palabras afectuosas y reconoció que es todo un showman.
Arturo cambió de bando esta semana. Lástima que no lo hiciera antes y evitase mostrar su desagrado por el violento comportamiento del concursante con quien viajó hasta Honduras. Eso y ciertas salidas de tono, aparte de su carácter malhumorado de los últimos días le han puesto fuera del concurso. Tuvo la mala suerte de entrar con el concurso muy avanzado, lo cual no perdonaron el resto de náufragos ni tampoco la audiencia votante.
En cuanto a las nominaciones hubo sorpresa y la dio Rosa Benito. La salsa de ese momento es que no todo sea previsible, como estaba sucediendo desde hace semanas. Anoche sabíamos que el líder nominaría a Rosa y así fue. Me cabía duda hasta última hora en caso de haber ganado la prueba de líder Tatiana, pero con Jeyko no dude que lo haría.
Sin embargo, nada me hacía esperar que Rosa cambiase radicalmente el sentido de su voto y nominase como lo hizo. Sus elegidas fueron Rosi y Jessica, exactamente igual que nominaron Sonia y Toni. Estos dos, por su parte, fueron seleccionados por Tatiana, Rosi y Jessica. El resultado final dejaba a Tatiana con cero puntos, igual que a Rosa porque le esperaba la nominación del líder, y cuatro nominados en primera instancia.
En manos del líder quedó toda la responsabilidad respecto a los nominados de esta semana. Él debía desempatar escogiendo a dos de los cuatro nominados y añadir su propia elección. Así las cosas, quedaron finalmente Rosa, Sonia y Toni. Esta es la vez que más cerca veo a Toni de emprender el camino de vuelta. Su nazareno igual se encuentra con dificultades para convencer a tanta gente, unos moros (o tal vez agnósticos) y otros cristianos. Yo preferiría la expulsión de Rosa, y que así pudieran ir preparando la boda. De no haber divorcio que haya boda, y que sea lo antes posible.
Por cierto, sugiero que si vuelven a hacer la final del campo minado por el fuego para conseguir el collar de líder les pongan a los dos concursantes unas gafas de soldador, o algo por el estilo. Lo digo porque un fogonazo como el que le quemó las pestañas a Sonia hace unas semanas puede llegar a dejar ciego a alguien, lo cual es evitable poniendo los medios oportunos.
Y ganaron nuevas gafas de buceo en una prueba de recompensa muy a lo Pinito del Oro, con Sonia y Arturo en sendos trapecios, columpiándose para pasarse unas frutas de uno a otro y completando la cadena a un lado y otro el resto de sus compañeros. Les sobró más de minuto y medio. Eso sí que es ir sobrado.
Apuntes de bitácora
Me gustaría dar tres consejos a Sonia, así sin pedir nada a cambio. Primero que deje ya el mono en paz, y si esto no fuera posible que al menos le cambie el nombre de Salvaje por otro más apropiado. Por el amor de Dios, que se trata de un peluche. ¿Qué diablos tendré de salvaje un puto peluche?. Con perdón. Lo segundo es que se esfuerce un poco en diferenciar comentarios amables de pequeñas burlas. Especialmente cuando le piden que cante y cosas así. Y lo tercero, más importante que todo lo anterior. Por favor, que evite ese espectáculo bochornoso cuando esta nominada con Toni y empieza a llamarle "ese señor".
Tanto Sonia como Toni hacen lo mismo cada vez que coinciden en las nominaciones. Deben pensar que se disputan el mismo público por llevar juntos desde los primeros días y entonces deciden enfriar su relación el miércoles víspera de la expulsión. Uno acude a su acusación de egoísmo y la otra dice no aguantarle más. Pero a la siguiente semana parece que hubieran sido reseteados y vuelta a empezar de nuevo.
No te hace falta ese espectáculo, Sonia. De veras, confía en mí. Entre Toni y tú será siempre expulsado él. Relájate y sigue reaccionando como siempre has hecho, soportando a Toni con esa adorable mezcla de resignación y cariño. Eso llega a la audiencia porque es verdad, lo que distancia a la gente y puede hacerte perder este concurso es la impostura, la mentira, la interpretación barata e innecesaria. Te puede haber servido en otros ámbitos de la vida pero no en este. No lo necesitas, muchos piensan que eres merecedora de ganar un programa que premia la capacidad de supervivencia, lo cual has hecho con creces.