Román hace juego sucio... y pierde
Les habían planteado un juego de recompensa a cambio del cual el equipo ganador podría comerse un pastel de chocolate al modo Supervivientes, o sea, con las manos y a toda prisa. Era como una especie de lucha de sumo pero al borde del mar. Tres asaltos, de un minuto y medio cada uno, en los que intervenían supervivientes famosos y anónimos. Aún no se había producido la unificación y ni siquiera les habían comunicado que la habría. Vencían cada asalto quienes lograran tirar al agua a más compañeros del grupo contrario.
En el primer round luchaban Román, Deborah, María José, Carla, Trapote y Guillermo. Ganaron los anónimos. El segundo lo defendieron Parri, Víctor, Miguel, Javi, Perdi y Rafa. Ganaron los famosos. Solo cuatro supervivientes librarían el tercer y último asalto, entre los que repetiría Román junto a Bea, que siguió perteneciendo al grupo de anónimos hasta la unificación, teniendo enfrente a Mireia y Óscar. Sería entonces cuando veríamos el juego sucio de Román, el mismo concursante que un rato antes había defendido la actuación de los suyos con las cabras intentando justificar su abandono con una apelación teórica y disparatada al bienestar de los propios animales, como comentaré más adelante.
Habían ganado un asalto cada grupo. Todo se decidiría en el último. Primero cayó al agua Bea, la francotiradora menos aguerrida que nunca hubo. Román resistía en un dos contra uno que terminaría perdiendo, como era previsible. Pero antes de ser arrojado al mar tuvo la mala idea de hacer caso al descerebrado que grita "cógele de los huevos". Y eso fue exactamente lo que hizo. Su mano derecha asió con firmeza el paquete de Óscar. Apretaba más por momentos, por lo cual el rostro del matador de toros cada vez reflejaba mayor dolor. El horror se dibujaba en su cara con gran intensidad. Y Román seguía agarrando los genitales de Óscar con firmeza. En cuanto Román suelta su presa cae al agua empujado por su víctima. Han ganado el desafío los famosos.
Para quien no apreciara el lance o quiera verlo al detalle, al pie de esta anotación hay una secuencia de fotografías capturadas de la pantalla en esos momentos de la gala vividos anoche con el acojone lógico, nunca mejor dicho. A mí me subía el dolor por los riñones, y eso que nadie me estaba aprisionando el escroto. Lo triste es que Javi Quiñones, entre otros, había sido inductor de conducta tan sucia y lamentable, llegando incluso a escenificar la indicación metiendo su mano bajo el bañador para lograr ser entendido. A quien le llegó el mensaje fue al integrante del equipo contrario, que siguió al pie de la letra tan desafortunado consejo y quiso ganar de manera tan poco noble.
Encima perdió e hizo perder a su grupo. Los famosos se comieron la tarta en dos minutos, y sin poder dar un trago a un vaso de leche o similar. ¡Para haberse atragantado! Y es que esto de ser superviviente televisivo es muy duro. Además de resistir las condiciones desfavorables y pasar más hambre que Falete en una fábrica de Biomanán tienen que soportar las broncas, justificadas casi siempre, de Jesús Vázquez. Anoche ambos grupos tuvieron lo suyo. Los anónimos por haber renunciado al reto de cuidar de dos cabras, ordeñando a la adulta con el objetivo marcado de lograr litro y medio de leche en una semana. Teniendo en cuenta que la actividad del grupo, más allá de lograr la propia supervivencia procurándose comida, es más bien nula, no parece un reto demasiado complicado.
Podrían no haber completado la parte del litro y medio de leche, pero al menos deberían haberlo intentado. Cualquier cosa menos dejar de ordeñar al animal, y mucho menos soltarle en medio de la selva abandonándolo a su suerte. El mismo superviviente aficionado a luchar con otro hombre agarrándose a sus genitales explicó lo que habían hecho con las cabras dando una absurda justificación. Resulta que buscaban lo mejor para ellas. Miraban para su salud, claro. Por eso las abandonaron. También tuvieron en cuenta su salud dejando el ordeño. Puede que no diera toda la leche deseable, probablemente la alimentaban con piensos y es evidente que no estaba en un idílico aprisco. Pero hay que ser muy ignorante para no saber que debían ordeñarla cada día.
Una cabra debe ser ordeñada dos o tres veces al día sin poder dejar transcurrir más de doce horas sin ordeño. Estoy seguro de que en el manual proporcionado a los concursantes para el cuidado de la cabra figuraba un dato primordial como es este. Román, con la aquiescencia y el otorgador silencio de los demás, se quiso burlar del espectador con esa historia increíble de que estaban preocupados por la felicidad, la salud y el bienestar de las cabras. ¡Vamos hombre! Por eso las sueltan deseando que se pierdan por la selva. Se deben creer que somos tontos. No sé si es peor coger a un competidor por la huevera, dejar de ordeñar a la cabra y abandonarla, o tomar a la audiencia por idiota.
Nerea fue la expulsada, como me temía ayer. Una pena que el paso de esta concursante haya sido tan fugaz porque prometía mucho. Fue la única que le plantó cara directamente a María José y tampoco hay más chicas que hayan llevado un catálogo tan extenso de tangas playeros. Una suerte que pasara esta última semana en la isla, porque de otro modo no hubiéramos descubierto tal detalle de su petate de la ropa. Antes de producirse la salida de la segunda expulsada y las posteriores nominaciones, Jesús abordó la segunda bronca de la noche.
En este caso el asunto no es tan claro y se trata de una polémica agitada y provocada, en buena medida, por Bea 'la legionaria'. En conversación con sus nuevos compañeros en la selva y también en un 'confe' (este reality está plagado de términos heredados de Gran Hermano) había acusado a varias compañeras (curiosamente todas mujeres) de haber hecho un pacto con el resto de concursantes para ser expulsadas pronto. Concretamente en el siguiente orden: Carla, Mireia y Trapote.
Todos pudieron escuchar las palabras de Bea y tuvieron después la oportunidad de defenderse. Antes de eso, la propia Bea pudo haber confirmado lo afirmado por ella misma con tanta contundencia, pero prefirió dar marcha atrás y dulcificar sus palabras. De "hicieron un pacto en el hotel" a "esa es mi impresión" va un largo trecho. Bea es falsa, convenida y poco valiente. Lo demostró en ese momento cambiando su versión al no atreverse a enemistarse tan abiertamente con sus compañeros. Confío en el papel que en toda esta polémica juegue el programa. Se han dado cuenta de lo perjudicial que es para el programa la postura del concursante tramposo que va para estar unos días y nunca lucha por llegar al final y ganar. Jesús lo explicó con precisión: "Es una estafa al programa y una burla para el espectador".
Otra cosa es que las revelaciones exclusivas de Bea tengan tanto o más de elucubración que de otra cosa. Personalmente no la creo, aunque participo de las dudas sobre el supuesto mal estado de salud de Carla, por ejemplo. No me lo he creído nunca, pero también es cierto que siempre he sido demasiado descreído. Lo curioso es que de las ocho nominaciones que recibió Bea solo dos fueran de los famosos. Como adelantábamos ayer, la prueba de inmunidad fue en esta ocasión por equipos. Debían recoger con sus manos, sin ayudarse de ropa ni cualquier otro instrumento, barro de una charca y llevarlo a una balanza romana. Quienes más peso en barro depositaran ganarían la condición de inmune de todo el equipo, lo cual consiguieron los famosos por mucha diferencia (ellos están más acostumbrados a echarse al barro). Por tanto, solo se podría nominar a los anónimos. Los ganadores pudieron comer una generosa bandeja de espaguetis, recompensa al esfuerzo que se perdieron Carla y Mireia, las cuales decidieron quedarse en la isla pues debían hacerlo dos de los famosos para compensar los grupos.
De las tres acusadas por Bea solamente Mireia y Trapote la nominaron. Como bien dijo Mireia, si fuera verdad lo denunciado por esta concursante ella misma estaría demostrando que era cierta la acusación de ser una traidora, hecha por Rafa la semana pasada y no corroborada anoche por este desinflado superviviente. Al contrario, el señorito Mora estuvo contemporizador y casi echando un capote en auxilio de Bea. Extraño que Carla decidiera nominar a Deborah, casi tanto como que la llamara Debbi. Y eso sin conocerse apenas, al menos que nosotros sepamos. Guillermo también se decantó por Deborah. A Miguel le nominaron Javi y Óscar, mientras que Rafa y Perdi nominaron a María José. Se sigue confirmando que Perdi es gregario de Rafa.
Menos variedad hubo en las nominaciones de los anónimos. Todos eligieron a Bea. Menos ella, claro está. Su voto a María José decidió el segundo nominado, ya que por su parte los famosos dejarían un triple empate entre Miguel, Deborah y la propia María José. El balance final fue de ocho nominaciones para Bea frente a solo tres de María José. En poco más de tres líneas están explicadas las nominaciones de los anónimos y resumidas en general. Así da gusto. Otra cosa es analizar (se supone que eso es lo mío) su por qué. No tengo duda alguna. Hace días decía que Bea es insoportable. Ha bastado que conviviera una semana con los anónimos para que estos la nominen en masa. Y no vale la excusa de que venía de fuera a integrarse en un grupo establecido porque la mayoría empezaron la semana pensando en nominar a Deborah para luego cambiar de opción. Así lo había dicho Víctor, sin terminar de revelar anticipadamente cual era su cambio.
Para terminar de descubrir a Bea contaré un detalle de la prueba de inmunidad que describía un poco más arriba. Esta famosa, cedida durante una semana al equipo de anónimos, estaba convencida de que no iba a participar de la prueba. Ciertamente, los nominados nunca lo hacen. Cuando supo que sí lo haría porque habrían de competir en equipos debió hacer la composición mental de que ella es famosa y, por tanto, si ayudaba a los anónimos se podía estar perjudicando. En ese momento no sabía todavía si a la hora de nominar estaría en un lado o en otro. Esto hizo que Bea apenas compitiera. A veces nos sorprenden los que presumen de ir por delante y no tener dobleces.