La gala de esta noche cuenta con un aliciente extra. Es bastante posible que la organización (como ellos mismos se hacen llamar) vaya a decidir una sanción al grupo por haber hurtado comida y bebida a miembros del equipo destacado en Cayos Cochinos.
Según ha podido saber este palafitero los detalles de la sanción no se conocerán hasta esta noche, aunque puedo adelantar que será colectiva, a pesar de haber sido solamente uno de los supervivientes quien robase la comida y bebida. Desconozco si, a pesar de ser obra de un solo concursante, se beneficiaron de lo robado algunos otros. Hasta aquí puedo leer, como decía Mayra Gómez Kemp en el 'Un, dos, tres...', aunque con la base de esta información se pueden construir unas cuantas conjeturas.
Mi principal conjetura es sobre los pasos que tiene previsto el programa antes de comunicar la sanción. Por ejemplo, si ofrecerán la posibilidad de una confesión por parte del protagonista de este hecho, como parece lógico. No digo que esto pudiera salvar al resto de la sanción, pero parece elemental ofrecer esa posibilidad de redención. El momento del reconocimiento por parte del (o la) concursante puede ser todo un bombazo. También ando debatiéndome entre el supuesto de que se trate de un chico o una chica. E incluso imagino la posibilidad de que alguno de ellos proteste por la sanción declarándose inocente, o incluso desconocedor de este hecho. ¿Sucedió esto durante los últimos siete días? ¿O quizá se refería a esto mismo Gálvez cuando habló de una supuesta investigación por parte de la organización?
Hablo de hurto en lugar de robo dado que por descontado excluyo completamente la posibilidad de que se apropiasen de nada mediante el uso de la violencia o intimidación alguna. Por otra parte, es también duda en estos momentos si hay testimonio gráfico del hecho o simplemente notaron la falta de los objetos desaparecidos. También cabe la posibilidad de que aún sin tener las imágenes del momento hayan podido grabar algún comentario al respecto. Lo que me parece extraño es que todos vayan a ser víctimas del castigo, como me cuentan mis fuentes.
Digo que no entiendo lo colectivo de la sanción porque si es algo sucedido la pasada semana había dos personas viviendo apartados del grupo, en el retiro de La Selva donde tanto Matías como Ivonne sobrevivían debiendo cumplir la misión de hacer una red de tres metros por tres. No voy a dar por supuesto que el hurto se produjera en Cayo Paloma, pero en cualquier caso o el grupo mayoritario o este otro dúo serían ajenos a lo sucedido en su ausencia. Por esto considero injusto el trato igualitario a la hora de purgar unas culpas que en ningún caso pueden pertenecer a todos por igual. Sé que me estoy adelantando a los acontecimientos, pero es lo que toca en el día de hoy.
Otro de los puntos oscuros que plantea esta noticia es el tipo de sanción. Imagino que esto último es el más importante secreto que mantendrá la productora del programa durante las horas previas a la gala de esta noche. ¿Les quitarán el fuego? ¿Las pruebas de recompensa serán para evitar tener que prescindir de algunos elementos que utilizan en su vida en las islas en lugar de recibir alimentos? Todos estos detalles dejan en un segundo plano las otras dudas previstas para esta noche. Principalmente quién será la expulsada y a donde irán en la balsa que llevan toda la semana armando (si es que llegan a algún lado).
Está claro que será Wilma quien dejará los cayos hoy, e imagino que tras la reconciliación del jueves pasado no será Daniela la recipiendaria de su 'beso de Judas'. Apuesto a que se lo puede dar a unos de los 'king-kones', o en su caso a una Zúñiga que tras permanecer la última semana apartada del grupo ofrece de nuevo la oportunidad de que algunos se escuden en que tienen menos relación con ella, o similar. Esto en caso de que Juanito no termine pidiendo ser nominado, lo cual parecía muy probable hace un par de días aunque no le hemos vuelto a ver insistiendo en la idea del abandono.
Las nominaciones del grupo plantean idénticas dudas que el regalo de despedida de la quejicosa Wilma. Como llevo repitiendo toda la semana, Cuca y Zúñiga me parecen más expuestas que nunca a resultar nominadas, temor incentivado por la comentada reconciliación. A pesar de lo que entendí, probablemente en un exceso de celo por mi parte, como una deslealtad de Daniela hacia aquellas (especialmente a Cuca) he visto que las dos han continuado manteniendo su relación exactamente igual que siempre, lo cual me tranquiliza y me lleva a pensar si no exageré de algún modo las palabras de la catalana.
Me gusta mucho ver a Cuca y Daniela juntas. Hacen una pareja idealmente asimétrica, si bien ambas parecen vivir en otra dimensión la mayor parte de las veces. Tienen en común esa característica y posiblemente es algo que les ayuda a sobrellevar esta experiencia mejor que otros muchos. A veces vivir en una realidad paralela puede hacer que se sea más inmune a los problemas de esta parte del mundo.
Sobre si la balsa se mantendrá a flote o emulará al Titanic a pequeña (muy pequeña) escala, comparto el convencimiento de Daniela. Los dos pensamos que se va a hundir, y también que el culpable es ese Escassi que llama a sus compañeros con un grito a lo Tarzán. Como decía ayer mismo... menos gritos milagritos. Daniela queda bien delante de la cámara cuando dice que la culpa será compartida por todos porque han depositado su confianza en el capataz de la obra, pero una cosa es decirlo ahora y otra cuando estén con el agua al cuello, nunca mejor dicho. El armador Escassi terminará llevándose algún reproche sí o sí.
En Cabeza de León la atleta Zúñiga aprende la lección de que a veces el mínimo esfuerzo es suficiente para conseguir lo perseguido. Me extrañó ver esta semana la fijación de un cámara con enfocar debajo de las salinas, de donde emergían de entre la arena unas cintas con los colores garífunos. Pues bien, efectivamente era una pista, y allí mismo se encontraban dos de los frascos, lo cual fue descubierto por la concursante precisamente cuando se arrodillaba delante rendida tras una de sus excursiones por los riscos. Otros dos frascos los encontró un rato después, curiosamente el último día de la misión. Para mí tengo que se lo pusieron algo más fácil para evitar la profunda frustración en la que estaba empezando a sumirse.
El resto de la narración del último resumen incluye conversaciones sobre pedos, el cuidado del fuego por parte de Cuca y Juanito, los dos más brasas del grupo (nótese lo ingenioso del autor a la hora de sacar chistes de la nada), lecciones de pesca de la primera al segundo (lecciones teóricas solamente, porque aún no se la ha visto coger el sedal), cierta rebelión de unos cangrejos amotinados ante su inevitable final en la sopa esa alucinógena y, sobre todo, la misión del cayuco. Estos organizadores son unos cachondos y les dan a elegir entre llevarse a Cayo Paloma y mandarle a Zúñiga dos cajas en las cuales dicen que una contiene comida y otra nada. Resulta que Cuca y Yolanda deciden llevar la comida al grupo mayoritario, pero ambas cajas contienen arena, con la salvedad de que en la de ellos también hay un donut. Un donut para nueve. ¡Qué chispa tienen estos guionistas!