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Juego de damas

telecinco.es 11/05/2010 08:59

De momento esto está siendo un juego de damas. Sin tablero, como es natural. Dos parejas de mujeres parecen estarse sometiendo a un duelo diario. La selva de los anónimos (no tiene otro nombre) y Buttonwood Cay son los enclaves testigos de ambos duelos. En el primero se retan María José y Nerea. Como dije ayer, donostiarra contra bilbaína, rivalidad regional llevada al paraje exótico nicaragüense. Y entre los famosos se libra la otra batalla, con las dos Beas de protagonistas. Como telón de fondo, todo lo demás. O sea, en la selva trabajan como burros para construir una cabaña que posiblemente no será para ellos y los otros, al borde del mar, pescan. Bueno, unos pescan y otros miran. Rafa Mora está entre estos últimos.

De los dos duelos me interesa más el de los anónimos por dos razones. Primero porque en el otro hay una contendiente distraída, cuya presa tiene treguas permanentes toda vez que Bea 'la legionaria' diversifica sus víctimas. Ayer vimos como iba a por Óscar acusándole de ser un líder autoimpuesto. Algo patética la reacción del torero cuando Rafa le fue con el chisme de lo que estaba diciendo de él esta compañera. No perdió el tiempo en ir a ella como un cordero para rendirle cuentas. Igual estoy siendo un poco malpensado, pero para mí que pretendía evitarse una nominación. O una enemiga. Lo cierto es que Bea es temible como enemiga. Quizá también como amiga.

En el otro lado, el enfrentamiento también se diversifica pero en este caso no hay más que una víctima. Esta es Nerea y sucede que empieza a estar en el punto de mira de todas las críticas. Ayuda a ello que haya convertido a Déborah 'piel de porcelana' en compañera inseparable. Las dos exploran juntas la selva buscando comida y las imagino aprovechando la coyuntura para compartir la poca simpatía que puedan sentir hacia algunos de sus compañeros. Los demás ven esta alianza con malos ojos, al menos así lo empiezan a expresar. Los chicos se han debido nombrar constructores oficiales del grupo y cuando les habían dado una semana para terminar la cabaña resulta que ya han dado su labor por concluida. Falta por comprobar si aguanta el clima tropical. Ya sabemos, mañanas calurosas y tardes de potentes tormentas. Las goteras aparecerán tarde o temprano.

"Son tus 'perjúmenes' mujer, los que me 'sulivellan', los que me 'sulivellan', son tus 'perjúmenes' mujer", cantaba Carlos Mejía Godoy a principios de los ochenta. Por cierto, este cantante llegó a ser Ministro de Cultura en Nicaragua. Ignoro lo que hizo durante su mandato con los palmeros y guitarristas de Palacagüina que le acompañaban. Los 'perjúmenes' de Nerea no parecen 'sulivellar' de momento a Román y resto de compañía masculina. También es cierto que este concursante es vizcaíno, completando así todo un trío de rivalidades regionales. Y con RH negativo, según la trasnochada teoría de cierto político vasco.

Mucho me temo que la pareja formada por Nerea y Déborah suscita más interés morboso por estos lares que por aquellos. Allí no parece nadie haber reparado en sus encantos, no tan anónimos como contábamos ayer. Por cierto, la canción mencionada decía así en otra de sus estrofas: "Tus pechos cántaros de miel, cómo 'reverbereyan', cómo 'reverbereyan', tus pechos cántaros de miel". Cuando salga del palafito voy a preguntar por aquí el significado de términos irreconocibles como 'sulivellan' y 'reverbereyan'. Estos nicaragüenses tienen cada cosa...

Hablaba antes de lo poco dado que parece Rafa Mora al trabajo. La temporada de pesca se abrió ya en Cayos Perlas y, de momento, casi todos han probado el arte del sedal y el anzuelo. Guillermo fue el primero en capturar un pez, siguiéndole después otros compañeros. Hemos visto a este concursante recibiendo al pescador y su pieza cada vez, pero no pescando. Eso sí, no ha perdido ocasión para criticar la pérdida de anzuelos. Y es que estos peces caribeños están muy picardeados y se llevan el cebo en cuanto te descuidas. A veces se va también el anzuelo, lo cual es pérdida irreparable para unos supervivientes que a día de hoy tienen en la pesca su principal (y casi única) fuente de recursos alimenticios.

La muchachada afamada confunde pez con pescado. El pez es un vertebrado acuático, y vivo. La definición de pescado que ofrece la Real Academia es muy precisa: "Pez comestible sacado del agua por cualquiera de los procedimientos de pesca". Algunas de las especies que están pescando a escasos metros de la playa cumplen seguro con la segunda de las condiciones, es decir, han sido sacadas del agua por algún procedimiento, más bien rudimentario en este caso, pero no tengo claro que también cumpla la condición de comestible. Mucho menos si imaginamos su ingesta sin cocinar. Los japoneses comen pescado crudo, lo sé. Pero al menos seleccionarán bien las piezas, digo yo. Estos se comen cualquier cosa que pica el cebo y no se lo lleva.

Retomando la excusa usada en estas líneas sobre la enemistad manifiesta entre dos parejas de mujeres, está por llegar la unificación de concursantes y la lucha entre muchachadas. Llegado el momento, se puede prever el choque entre quienes más empeño están poniendo en ser líderes de sus respectivos grupos. De un lado está el guapo Román, bombero, mientras en el otro tenemos al templado Óscar, torero. No sé si les beneficiará más competir o colaborar, mi experiencia y convicción me dicen que siempre es más rentable lo segundo. Se me ocurre que si se deciden por esta recomendable opción podrían presentarse ante la sociedad superviviente de Cayos Perlas como el bombero y el torero. Una versión dual del espectáculo cómico taurino más famoso del mundo.

Nerea y Déborah se divierten juntas pero llama la atención ver luego a esta última llorando en soledad, sentada sobre una piedra y con el pelo tapándole la cara. Me encanta el recurso femenino (fundamentalmente) de usar la cabellera para tapar el rostro cuando conviene. Dice mucho de lo real de la situación que Déborah no mostrase su rostro lloroso, dejando deslizar las lágrimas por su mejilla tomando bien cuidado en que lo recojan las cámaras, algo visto en más de una ocasión en un reality. ¿Por qué llora esta concursante?

No es difícil adivinar que las condiciones especialmente duras que viven los anónimos les hagan cuestionarse su participación en el concurso. Ella estaba mucho mejor pretendiendo la fama mediante fotos como las mostradas aquí ayer, que además alegran la vista de cualquiera. Este atajo la puede catapultar al mundo del colorín, cosa no tan fácil, poniendo el turbo a sus pretensiones, pero es un camino mucho más duro. Hasta ahora no han visto casi la playa, viven en medio de una selva húmeda, con tormentas tropicales casi a diario, sin poder asearse debidamente y teniendo que racionar el uso del agua. Este recurso es imprescindible reservarlo para poder beber, por lo que apenas lo usan para otra cosa. En la parte positiva tenemos que aún no han gastado la pastilla de jabón que usan para adecentar mínimamente sus cuerpos. No sé por cuanto tiempo dispondrán de tan lujoso método higiénico.

En esas condiciones es natural que estén viviendo momentos malos y algunos, como la concursante de ojos rasgados, lloren desconsolados esperando que pase cuanto antes esta fase especialmente complicada del concurso. La playa es otra cosa, a pesar de que las condiciones sean igualmente duras. También es cierto que no lo son tanto para todos. Si antes comentaba lo poco que se ve esforzarse al concursante más pagado de sí mismo de cuantos habitan estas islas, aún menos actividad mantiene Consuelo desde el primer día. Lo siento mucho porque he empezado defendiendo a esta concursante, pero cosas como advertir que los pájaros se están acercando a la comida (robaron uno de los pescados, concretamente el de Mireia) sin molestarse en levantar el culo e intentar evitarlo, me hacen imposible mantener mi apoyo. Consuelo no ha hecho nada hasta el momento, salvo pedir su nominación y tirarse a la bartola. Impresentable, en una palabra.