El 18 de abril de 2007, un joven Leo Messi mostró (aún más) su nombre al mundo entero. Corría un partido de semifinales de la Copa del Rey cuando el astro argentino regaló un gol antológico a la afición del Camp Nou. Tras interceptar el balón en la línea divisoria del centro del campo, Leo se zafó de seis jugadores azulones, incluído el portero, haciendo uno de los tantos más bellos que se recuerdan en la historia del fútbol.
Un gol que irremediablemente recordó a aquel que logró Diego Armando Maradona con la selección de Argentina en el Mundial 1986 de México. Aquel día fue el comienzo de las comparaciones entre las dos mayores leyendas que han vestido la albiceleste.
El tanto de Messi era el segundo gol de un Barça que terminaría ganando el partido 5-2. Dirigido en aquel entonces por el holandés Frank Rijkaard, el club azulgrana logró aquel día una ventaja considerable en la ida de semifinales de Copa del Rey. Una superioridad que no supo mantener en el encuentro de vuelta, donde el Getafe de Michael Laudrup cosechó una histórica remontada tras ganar 4-0 en el Coliseum Alfonso Pérez. Los madrileños accedieron a la final, que perdieron 1-0 contra el Sevilla a causa de un gol de Frederick Kanouté.