La última saeta
Ladislao se fue casi sin moverse de casa. En Cuatro Vientos, en el mismo barrio que le vio nacer, en el mismo barrio en que soñó ser piloto, mirando las nubes y los aviones que rompían la monotonía de los recreos escolares.
Ladislao, sobrevolaba hoy un terreno conocido palmo a palmo, en su mente todas las coordenadas. A sus 35 años, un piloto ya es un veterano. Y él todo un" top gun ".
Comandante del Ejército del Aire
, instructor de vuelo, piloto de caza, (pilotaba F18), había participado en misiones de combate en Libia, ahora era ayudante del Ministro Morenés.
Manos expertas para llevar un HA-200 Saeta (reactor de los años 60 retirado en 1981). Los de la FIO ( Fundación Infante de Orleans), no se lo dejan tripular a cualquiera. Los 40 aviones con los que cuenta la FIO, son verdaderos tesoros, y como tales los cuidan, los miman y los mantienen. Un verdadero ritual para amantes de la aviación clásica.
Son voluntarios como Ladislao, los que vuelan en trozos de historia, y los que hacen que cientos de personas, volemos al pasado, el primer domingo de mes, y nos duela el cuello de tanto mirar al cielo de Cuatro Vientos.
Ahora cuando lo miremos, pensaremos en él . Y cuando el ruido ensordecedor del primer reactor español, el HA 200 Saeta rompa de nuevo el silencio del aeródromo se nos hará un nudo en la garganta. Pero seguro que Ladislao lo estará escuchando allí, entre las nubes. Sin moverse de casa.
A sus padres Mateo y Manuela
Por Inma Coronel
* La foto es de Manuel Castillejos
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