Coincidiendo con que Cuatro emite estos días la adictiva serie "Homeland" (muy recomendable para los que aún no la hayáis descubierto), nos ha dado por echar un vistazo a la situación real de los soldados estadounidenses que vuelven de Afganistán.
No todos son Brody de la vida, ni héroes ni terroristas en potencia, (y hasta aquí puedo leer que diría áquel) pero muchos de ellos llegan siendo soldados y terminan siendo, simplemente, mendigos en las calles del país por el que lucharon (y si, también les pagaron por ello, como justifican algunos).
Los datos son impactantes, 13.000 ex combatientes* (casi un 5 % de los veteranos de guerra) engrosan la lista de los 'sintecho' americanos. Y de ellos, uno de cada cuatro participaron en las campañas de Irak o Afganistán.
Además unos 145.000 ex soldados, datos de 2010, pasaron al menos una noche en un albergue para personas sin hogar.
Y aún hay más. En una economía global vapuleada por la crisis, el dato de paro masculino en EEUU el pasado mes de febrero era del 7’8%, nada comparado con el que sufrimos aquí. El desempleo en las filas de los ex militares alcanzaba el 30% en varones entre 18 y 24 años.
Ésto los que regresan, porque entre las cifras de los que no lo hacen hay un dato estremecedor. En 2012, por primera vez en el ejército estadounidense el número de suidicios en el frente, (349 soldados se quitaron la vida en Afganistán) supera al número de bajas por fuego enemigo (237 soldados fallecieron por ataques y combate con el enemigo).
Casi sale a suicidio diario.
*fuente DDU Departamento de Desarrollo Urbano Gobierno USA (HUD en inglés) 2011