Por José Vallés
Cuando las cámaras de Telecinco accedieron al puente de mando del destructor “Donald Cook” había un objeto que llamaba la atención: un diccionario de español, una clara muestra de que el buque ha llegado a Rota para quedarse de forma permanente. Aquí podéis leer y ver cuáles son sus principales características.
El tal Donald Cook debía ser un tipo especial para que le dedicaran el nombre de todo un destructor de 154 metros de largo, 20,4 de ancho y capaz de desplazar 8.300 toneladas a una velocidad máxima de 30 nudos. Mr. Donald, como ya llaman algunos al recién llegado, era en realidad un coronel de los marines que fue herido y hecho prisionero en la guerra de Vietnam cuando lideraba una misión de rescate de un piloto de helicóptero caído. Murió cautivo de malaria en 1967 pero su comportamiento valiente en aquella peripecia le valió que le honraran con el nombre de este destructor que fue botado el 3 de mayo de 1997.
No es el más moderno de los buques de guerra de norteamericano pero posee algo que lo hace especial y que ha molestado mucho a Rusia. El sistema de combate Aegis capaz de detectar y derribar misiles enemigos. Junto con los otros tres destructores de su misma clase que están por llegar, el siguiente este mes de junio, formará el complejo naval del escudo antimisiles de la OTAN en Europa. Complejo que se completará con un sistema de radares en otros puntos del continente.
Las más avanzadas fragatas españolas también tienen el sistema Aegis pero en una versión menos completa, con capacidad sólo antiaérea y no antimisil.
El buque también está equipado de los más avanzados sistemas de supervivencia antisubmarina. Puede detectar barcos y submarinos a 100 millas y entre su armamento están los famosos misiles Tomahawk y Harpoon.