Ni yo soy crítico ni experto en literatura, ni este blog tiene el comentario ni la opinión bibliográfica como objeto de contenido. Más bien, como ya escribí en su presentación, la intención aquí es comentar brevemente y enseñar algunas imágenes de actos en que se reúne gente con la intención de celebrar algún hecho creativo. Celebrar, en el más amplio sentido de la palabra.
Pero, por fortuna, a veces es una obra literaria lo que reúne a la gente. Entonces se da la feliz coincidencia que me permite dar cuenta aquí también de algún que otro libro. Y ese es el caso. No falla; cada vez que Máxim Huerta presenta o firma una novela suya, lo convierte en un acto multitudinario.
En esta ocasión se trata de una de las firmas al público de su segunda novela El susurro de la caracola, que tuvo lugar en La Casa del libro el pasado mes de diciembre. Allí estuve y allí disfruté de saludarle y de ver cómo también la buena literatura produce colas de gente.
La anécdota personal fue que tanta prisa llevaba en no perdérmelo y tanto me preocupé de no olvidar la cámara, que lo que sí dejé en casa fue mi ejemplar de la novela, que tengo desde hace tiempo. De todas formas me lo firmará a la próxima ocasión, me lo tiene prometido, sé que lo cumplirá y ésa será la foto que llene el hueco que podéis observar más abajo.
Os muestro, pues, algunas de las imágenes de ese día. Aunque... no me quedo tranquilo si no os hago antes una advertencia sobre esta novela: su lectura crea adicción.
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