Con la colección RÉPLICA, María Ke Fisherman debuta en la presente edición de la MBFWM.
Su chica se siente atrapada a mediados de los nuevos años ’10, donde la identidad individual se ha diluido
en una generación post-digital sobre-estimulada que ha dejado de cuestionar el origen, la razón o el
destino de la belleza en una época de rumbo incierto.
Las redes sociales, la democratización de la moda, el fast fashion, la cultura de masas y la institucionalización
de la política desde la caída del muro de Berlín ha convertido la estética en un fenómeno vacío, disperso
y letárgico.
Una chica que ha sido punk, sixtie, grunge, emo, rapper, grunge y se está pensando volver al punk. Gothic lolita,
hardcore, normcore, health goth… Se admiten apuestas sobre qué es lo que viene después.
María Ke Fisherman se suma a esta tendencia. A la anti-tendencia, a disgregar la historia de la moda,
a hacer trozos muy pequeños y a volver a unirlos, sin otra intención que aturdir al entendido y fascinar
al profano, realizando una instantánea irónica de lo que está pasando en este intento desesperado de
transición. Moda replicante. Androide. Autómata.