GOYAS 2011

telecinco.es 16/02/2012 18:45

Ante la inminencia de la celebración de entrega de los próximos Premios Goya, no he resistido la tentación de recurrir a mi particular emeroteca y compartir algunas "impresiones" sobre la anterior.

Desde la pasada edición ha cambiado la dirección de la Academia, con su polémica con el Ministerio correspondiente incluida. También, por cierto, ha cambiado la titularidad del gobierno. Incluso han cambiado algunas normas para optar a premio; por ejemplo los últimos jóvenes ganadores en la gala del cine español (Francesc Colomer y Marina Comas, ganadores en la categoría de mejor actor y actriz revelación por Pa Negre) fueron los de 2011, cuyas fotos podéis ver más abajo. A partir de 2012 sólo pueden optar mayores de 16 años.

Desconozco si con tanto cambio también será distinta la organización del evento en lo que al tratamiento de la prensa se refiere. Mi vivencia personal fue más bien decepcionante. Como fotógrafo, al menos, todo fueron restricciones y dificultades gratuitamente añadidas. Empezando por una "alfombra roja" con toda la prensa gráfica acordonada y apelotonada a una enorme distancia de los asistentes, que iban llegando en un goteo agotador; posando lo mejor que podían pero con un resultado tan esterotipado que, en mi opinión, ofrecía poca chispa.

Y continuando por un posterior confinamiento de todos (fotógrafos, cámaras de TV, redactores, etc) en una salita-sauna a la que subían sólo los premiados. Podías ver la ceremonia por una pantallita y así prepararte para los codazos y empujones inminentes para captar, con suerte, alguna imagen del receptor del goya de turno; con mucha suerte, insisto, dicha imagen quizá no te salía movida. Cualquier intento de salir al pasillo al encuentro de, por ejemplo, los no premiados era rápidamente frustrada por el vigilante correspondiente ¡De acceder, ni acercarse, al interior o al backstage del teatro ni me atrevo a hablar! El "alma", los sentimientos espontáneos, las expresiones de nervios, las caras de alegría o decepción, las carreras por los salones y pasillos... ¿Dónde estaban? Yo al menos no los pude ni oler.

Una verdadera pena, considerando la ilusión que me despertaba una ceremonia así en un lugar tan apetecible, fotográficamente hablando, como el Teatro Real.

Os muestro, no obstante, una selección de imágenes; de las que, a pesar de una ceremonia tan enlatada, puede deducirse algo de lo que aquello fue.

¡Suerte para todos los asistentes y organizadores de la próxima entrega!

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