Blanca no está pasando por un momento sencillo y se refugia en su compañero Liguori tras perder a su perra y sentirse culpable del accidente de una testigo. Aunque muchos son los que creen que entre ella y el inspector hay algo, en realidad ellos saben que todavía no ha pasado nada.
Blanca y el inspector Liguori se abrazan en el coche delante de la casa de la policía. Pero no están solos, ya que Nani pasaba por allí y cree ver que se están besando a escondidas de todo el mundo.
Nani le cuenta lo que ha visto a Blanca y le pide que nunca más vuelva a acercarse a él. Aunque Blanca trata de explicarle que en ese coche no pasó nada, Nani está convencido de lo que vio con sus propios ojos y no hay forma de convencerle.
Poco después y tras un acercamiento de varios días, el inspector Liguori y Blanca terminan besándose apasionadamente en una clase de tiro. Pero la reacción del inspector no es la que ella esperaba y decide no acompañarla a su casa alegando que ya había quedado con una amiga.
A Blanca no le gusta la actitud de Liguori y, arrepentida de haberse besado con él, se va en busca de Nani para pedirle perdón y rogarle que se den una nueva oportunidad. El chef sigue enamorado de la policía, por lo que acepta su propuesta y ambos se funden en un largo beso.