Cada vez Blanca tiene más claro que el marido de Margherita no fue quien la apuñaló. Tras descubrir el lugar dónde la mataron, la becaria gracias a su talento comenzará a sospechar de otra persona.
El inspector Michele Liguori quedará fascinado con la manera que tiene su compañera de saber el sitio exacto solo recordando los sonidos de la llamada que hizo la víctima a la policía. Ella sabía que iba a morir porque conocía un gran secreto que estaba a punto de desvelar.
Durante la investigación, las sospechas recaerán en una persona muy cercana a Margherita. Y para saber si está en lo cierto, Blanca quedará con él en un local para conseguir más datos y detalles que le puedan involucrar en el asesinato. Tras hacerle varias preguntas, el joven no revela nada concluyente y tanto Blanca como el inspector creen que han fallado con el individuo.
Pero no. Estaban en lo cierto. El asesino se cuela en casa de Blanca para acabar también con su vida para que no le delate...