Bio
El olor a periódico recién impreso es, para mí, un recuerdo intenso de niña. Mi padre era impresor del "Ya" y en casa estaban cada día todos los diarios. Así me enganché al oficio. Abrir los ojos en la calle, en una rueda de prensa, encontrar el gesto en un entrevistado que da la clave para seguir preguntando, denunciar, ser altavoz de la gente, hacer de contrapoder para que este no desborde, pelear un tema, buscar el contraste y un largo etcétera son las máximas de esta profesión, en la que empecé a batallar en la Agencia EFE, en Toledo.