Gustavo Guillermo sorprendió a todos entrando en la casa de 'Gran Hermano VIP', también a Carmen Borrego, Terelu Campos y su hija, Alejandra Rubio. Quien fuera conocido como el chófer de María Teresa Campos pero que en realidad fue su persona de confianza entró en el reality apenas unos días después de la muerte de la presentadora y sus hijas se enteraron de la noticia apenas unos días después. Pero ¿Qué han dicho durante su ausencia? Esto es lo que han dicho en el plató de 'Así es la vida'.
La más clara de todos ha sido sin duda Alejandra Rubio. La hija de Terelu Campos confesó que "alucinó" con la entrada de Gustavo en el reality, se enteró porque su madre se lo dijo pocas horas antes. Al parecer, las hermanas se enteraron cuando el propio Gustavo se lo dijo justo antes de entrar en la casa más famosa de la televisión
Ella misma fue quien nos contó que Gustavo había dimitido de su puesto junto a su abuela 20 días antes del inicio de su participación en el reality: “Hace unos 20 días, él presentó la dimisión, dijo que ya no iba a trabajar más con mi abuela y ella aún seguía aquí”.
Y su decisión era algo que no esperaban dada la situación en aquel momento de María Teresa: "Ahí es cuando empezaron las negociaciones de ‘Gran Hermano’, intuíamos que podía ser por eso, también por rumores, pero nadie le dijo nada”.
Gustavo ha dicho que quería estar al lado de la presentadora como su amigo, no como su empleado pero Alejandra tenía claro cuál fue el motivo de su despido: "Dimitió porque iba a entrar en 'Gran Hermano".
Además, la colaboradora de 'Así es la vida' se mostraba molesta con el hecho de que Gustavo diga que va a escribir un libro y haya elegido a alguien en concreto para hacerlo: "Se lo ha pedido a un periodista que nos pone a caer de un burro", decía.
Por su parte, Carmen Borrego negó haber alentado a Gustavo a entrar en la casa, pero sí confirmaba que le dijo que, ya que entraba, que ganara.
Carmen también respondió al reproche de la pareja de Gustavo, Ainhoa, que dijo que no se había sentido querido por la familia. Se refería al momento en el que le tildaron de traidor por supuestamente grabar a las hermanas.
Carmen explicaba que tuvieron una reunión en la que pusieron "las cartas sobre la mesa" pero que nunca le llamaron traidor.
Carmen también aclaró uno de los problemas que tuvieron con Gustavo y es que, cuando su madre empeoró, contrataron a dos personas para su cuidado a través de una agencia que estipulaba la necesidad de firmar un contrato de confidencialidad.
Las hermanas consultaron con su abogado, que les recomendó que todos los empleados firmaran el mismo texto, pero Gustavo reaccionó mal: “No entendimos por qué no lo quería firmar. Pero tampoco hicimos un drama. Él se sintió dolido porque piensa que no nos fiamos”.
Además, Carmen le defendió para que continuase en la casa pese a su nominación...