El dinero y su éxito como futbolista parecen avalar sus exigencias ante Sandra, sin embargo, su carrera se trunca rápidamente, algo para lo que no está preparado. Todo ese malestar lo vuelca en ella en forma de control más severo y aislamiento. “Me he visto muchas veces obligada a mantener relaciones sexuales para que me dejara en paz y que pudiera salir tranquila”, asegura Sandra.