La protección de su hija es el primer objetivo de Natalia, pero también está realizando una labor crucial ayudando a otras víctimas de violencia de género. Natalia ha vuelto a ser la persona valiente, libre y rebelde que fue. Se siente con más fuerzas que nunca y se muestra decidida a demostrar que una mujer es capaz de recuperarse por completo de un caso de maltrato.