El marido de María la mató dándole 9 golpes en la cabeza con una taza del váter

telecinco.es 11/12/2018 01:28

Las hijas de María escuchaban los insultos detrás de una puerta

Como ocurre en la mayoría de los casos en los que hay menores de edad en una situación de maltrato, las hijas de María fueron testigos de las agresiones físicas y psicológicas. Estefanía y Jenifer se encerraban en su habitación cuando escuchaban el sonido de las llaves de su padre y desde ahí sentían las peleas.

Le partió una silla en la espalda

Las hijas de María, asesinada a manos de su marido, han contado uno de los episodios de maltrato que vivió su madre. Muchas veces, siendo ya adolescentes, habían salido a defender a su madre pero, ese día, estaban en otro lado de la casa. El maltratador le partió una silla en la espalda a María y, después, para que le perdonara, le compró unos pendientes de oro blanco. El patrón agresión-perdón es muy común en la violencia de género.

Maltrataba a su mujer y a su hija: la cogió del cuello

María no fue la única persona agredida en la familia. Estefanía, una de sus dos hijas, también vivió un episodio agresivo con su padre. Un verano, llegó a casa con malas notas y éste la cogió del cuello, haciéndole daño. Estefanía le dio un puñetazo y fue a denunciarlo y, finalmente, su madre le dijo que le pidiera perdón a su padre por lo que le había hecho. María retiró la denuncia para evitar represalias.

Las amenazas: “Si me dejas, mato a tus padres”

Cuando a su marido le dieron la invalidez laboral por problemas de espalda, María se convirtió en su absoluta cuidadora. Ella pensaba que, así, no le haría daño, porque ahora la necesitaba, pero nada más lejos de la realidad: el maltrato psicológico fue a más. Según han contado las hijas de María, su padre le decía a su madre que si le dejaba, se suicidaría y otras amenazas peores.

La noche del asesinato

Las hijas de María también han relatado la fatídica noche en la que su padre mató a su madre. Durante todo el día habían estado celebrando el cumpleaños de María y tanto ella como su marido habían anunciado que se iban a separar. Al acostarse, el maltratador sacó un cuchillo y le dio tres puñaladas en la espalda y María fue corriendo a encerrarse al baño pero estaba ya tan débil que no pudo resguardarse. Él entró y le dio 9 golpes en la cabeza con la taza del váter. Después le dijo a la policía que había hecho “algo grave” porque su mujer “no se movía”.

“Es muy duro decir que tu madre mató a tu padre”

Estefanía y Jenifer han recordado la muerte de su madre sin poder evitar las lágrimas: “Si llegamos a saber lo que iba a pasar, nos la hubiéramos llevado a China”, han dicho, al igual que para ellas era “impensable” que su padre llegara a hacer algo así.

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