Embarazada de 8 meses, Araceli vivió el momento más violento de su vida. Ante la primera bofetada, Araceli decidió huir a casa de su hermana y confesarle todo. Por entonces la Violencia de Género no estaba tan interiorizada en la sociedad y tanto ella como su hermana decidieron dejarlo pasar. El maltratador, al verse descubierto, aumentó su furia y amenazó a Araceli con su escopeta de caza, apuntando directamente a su tripa de embarazada.