Hace dos años la Ley del menor reconoció a los hijos e hijas de mujeres maltratadas como víctimas directas de la violencia de género. Desgraciadamente Irene es una de esas víctimas. En su infancia tuvo que presenciar los golpes e insultos de su padre a su madre, pero recuerda con especial intensidad el día en que una bofetada de su padre dejó inconsciente a su madre. "A día de hoy es algo que me sigue removiendo mucho", asegura.