"Mi madre se rebeló cuando me quiso echarla de casa y él la amenazó asegurando que la iba a matar", nos cuenta Hiro, hijo de la víctima. Acompañada por su hermana, Rafaela fue a poner una denuncia, interponiéndose una orden de protección de 500 metros y se le gestiona el teléfono de teleasistencia. "Él tenía que abandonar el domicilio donde estaba con mi madre y se sentía un poco humillado", nos relata Hiro.