Después del homenaje a su padre, Mauricio se da cuenta de que ha perdido el reloj en el cementerio, pero al ir al recuperarlo nota presencias extrañas. Pide ayuda a Jonathan, que al volver al cementerio, se da cuenta de que es el ‘Barajas’ que está viviendo allí, pero en vez de decírselo a Mauricio, decide gastarle una broma.