Paz le entregó una carta al Luisma antes de que se fuera de viaje con Ainhoa, y esperaba su llamada. Al no producirse, Paz, desolada, no para de repetir que le ha perdido para siempre. En un arrebato, se corta con una taza, y el médico le venda l mano y le explica cómo se le curará la herida, pero ella se imagina cómo se curará la herida de su corazón.