Chema se convierte en mimo para intentar dar una sorpresa a Aidita pero casi le da un susto de muerte porque el tendero desconocía que a la hija de su novia le dan pavor los mimos. Chema decide enseñar a Aidita a jugar al ajedrez y Soraya juega a peinar ponys con Fidel. El problema es que ni a Aidita le gusta el ajedrez ni a Fidel peinar muñecas.
Chema y Soraya se cuentan cómo les ha ido con sus respectivos hijastros y reconocen haber sido un desastre. Chema cree que el problema es que no les entienden y deciden jugar al juego de los ‘Gartínez’. Si pierde Soraya pasará tres meses sin comer brócoli y si pierde Chema pasará tres meses sin tralarí.
Comienzan a conocerse y mientras a Soraya y Fidel les va fenomenal y Chema no para de pensar en sexo y no se concentra.