Gracias al apoyo incondicional de Chema, la primogénita de Aída logra recobrar el ánimo cuando el trabajo le desborda. Como muestra de agradecimiento por la ayuda recibida desde que llegó al barrio, la joven besa al tendero en los labios.
Jonathan, un pringao
Jonathan, por su parte, tiene que ponerse gafas para corregir sus problemas de visión. Preocupado por los insultos que pueda recibir de los demás, decide no ponérselas, aunque realmente las necesite. Su amigo Fidel, experto en afrontar situaciones degradantes, le ayuda a superar el problema.
Una proposición indecente
Mientras tanto, Luisma descubre que su sueldo como barrendero es insuficiente para hacer frente a la hipoteca y que el banco pretende embargarle la casa por falta de pago. Inesperadamente, Fernando, un antiguo cliente de Paz, se presenta en Esperanza Sur con una tentadora oferta: pagar una fuerte suma de dinero por pasar una noche con la novia de Luisma. Aunque este servicio pondría fin a sus dificultades económicas, Paz decide consultar con su pareja la trascendencia de esta atractiva proposición.