Ha llegado tarde en su primera jornada como peón, le han despedido del trabajo y es incapaz de contar la verdad a Paz. En lugar de afrontar la situación, Luisma vende su esperma para conseguir dinero y rehuye las relaciones íntimas con su novia, provocando la inseguridad de Paz.
Por otro lado, Noe, una amiga de Lorena, ha despertado en Mauricio un sentimiento especial. Aunque el dueño del Reinols se niega a reconocerlo inicialmente, poco después descubre que está profundamente enamorado de la joven. Mientras su habitual grosería se transforma en romanticismo, Mauricio ignora que Noe únicamente está interesada en su dinero.
Ilusionada con la idea de tener una mascota, Aidita pide a su madre que le compre un perro. Aunque Soraya se niega inicialmente a satisfacer el deseo de la pequeña, la insistencia de ésta lleva a la primogénita de Aída a cerrar un trato con su hija: si logra cuidar de un pez durante varios días, ella le comprará un perro. Contra todo pronóstico, Soraya observa cómo el pez sigue vivo a medida que transcurre el tiempo.