A Lorena se le ha ocurrido un plan maléfico. Para evitar que Macu tenga que volverse al pueblo porque no tiene dinero para mantenerse en Esperanza Sur, las dos amigas fingen un secuestro para chantajear a Mauricio. Lo malo es que Macu se confunde y en vez de reclamarle a su tío 1000 euros, como tenía pensado, le pide 900.000 como rescate, lo que desata la desesperación del hostelero. Al final, como era lógico, Mauricio descubre la verdad y le aplica un castigo severo a su sobrina: limpiar los baños del 'bar Reinols' hasta que encuentre un buen trabajo.