Gloria Viseras no fue el único objetivo de su entrenador de gimnasia rítmica. Irene Martínez, exatleta, confiesa la desagradable situación que vivió con su antiguo míster y cómo le acosó constantemente sin que ella fuera consciente de lo que estaba ocurriendo.
Irene era una atleta disciplinada que solo vivía por y para el deporte, para ser campeona. Ahí es dónde el entrenador se aprovechaba, les cortaba las amistades, las asfixiaba socialmente y las envolvía en una burbuja de secretismo y miedos.
"Por ignorancia no sabía que existían abusos sexuales con penetración y sin penetración", explica Irene Martínez. Luego, declara que "yo también puedo decir que fui abusada sexualmente sin penetración". La escena fue planeada a la perfección por el violador, cuando la joven estaba sola e indefensa: "Viví una situación en un coche, ya con 17 años, me cogió la mano y la puso en su sexo".
La gimnasta pudo salir de tal situación, aunque reconoce que muchas compañeras como Gloria no pudieron escapar del pervertido: "Mi situación fue de rechazo, pero hay otras gimnastas que han pasado por lo mismo...".