Desde hace miles de años, nuestros aceites de oliva son el ingrediente fundamental de la dieta mediterránea, calificada como la mejor del mundo por la prestigiosa publicación US News & World Report en 2019, y reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2012.
Este último, e importantísimo reconocimiento a nuestra dieta, va mucho más allá de la alimentación. Reconoce nuestra forma de entender la vida y de relacionarnos entre nosotros y con el medio que nos rodea.
Pues no se trata solo de ingerir alimentos saludables, sino de obtenerlos de manera respetuosa con el medioambiente, y también sostenible, para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de nuestro estilo de vida, admirado en el mundo entero.
La UNESCO también reconoce el papel socializador de nuestra dieta, es decir, que dentro de ella, es tan importante el qué comemos, como el cómo lo comemos: juntos.
Ésta, es una importante seña de identidad mediterránea, y habla de nuestra manera de entender la vida, en la que juntarnos para comer es un aspecto cultural que refuerza nuestros lazos sociales, cómo no, alrededor de la mesa, ¡y de los aceites de oliva!
Como ya hemos visto, la dieta mediterránea es admirada y valorada en todos los rincones del planeta, pero, ¿cómo surgió?
A lo largo de miles de años, las poblaciones de la ribera del mar Mediterráneo, fueron integrando en su dieta los alimentos que se producen en esta zona del mundo que, dado su clima templado, son fundamentalmente frutas, hortalizas, legumbres y cereales y, en menor medida, alimentos de origen animal, fundamentalmente pescado.
Para cocinar todos estos alimentos, utilizaron la grasa que tenían más cerca, que, además, resultó ser la más saludable; los aceites de oliva, obtenidos a partir de las aceitunas que crecían en los millones de olivos, que formaban parte del paisaje mediterráneo.
Pero no fue hasta mediados del siglo XX cuando el fisiólogo norteamericano Ancel Keys acuñó el término ‘Dieta Mediterránea’, tras constatar que los habitantes de esta zona tenían una mejor salud cardiovascular, naciendo así este concepto como modelo de alimentación.
Si la dieta mediterránea es una de las más saludables del planeta, es, en gran parte, gracias a nuestros aceites de oliva, y a sus propiedades nutricionales, avaladas por la ciencia.
Los efectos de nuestros aceites sobre la salud se empezaron a investigar a partir de los hallazgos del pionero Estudio de los Siete Países, que comprobó cómo las poblaciones del sur de Europa tenían mucho menor riesgo de padecer accidentes cardiovasculares que las de otras zonas del mundo.
Fue entonces cuando numerosos científicos de todo el planeta, empezaron a buscar los porqués, y se fueron descubriendo los beneficios saludables de los aceites de oliva, dentro de la dieta mediterránea.
Entre todas estas investigaciones, destaca el Estudio PREDIMED, el más importante de este tipo realizado hasta la fecha. Este estudio tomó como muestra a miles de pacientes con alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Para comprobar los efectos de la dieta sobre las mismas, a una parte de ellos, se les asignó una dieta mediterránea, rica en Aceite de Oliva Virgen Extra. A otra parte, una dieta mediterránea suplementada con 30 gramos de frutos secos al día. Y a otra, una dieta baja en grasa, recomendada por los cardiólogos norteamericanos a las personas con grave riesgo de accidente vascular.
Tras 10 años de trabajo, se comprobó que el consumo de una dieta mediterránea rica en Aceite de Oliva Virgen Extra es capaz de reducir en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular, si lo comparamos con las personas que tomaron una dieta baja en grasa. Igualmente, se comprobó una reducción de un 40% en el riesgo de desarrollar una diabetes con respecto al grupo control. Todos ellos, efectos muy beneficiosos que también se pudieron comprobar sobre el deterioro cognitivo en las personas de más edad, así como sobre los problemas circulatorios de las extremidades.
Estos resultados, tuvieron una gran repercusión dentro del colectivo médico y las autoridades sanitarias, haciendo que la dieta mediterránea pasase a ser la más recomendada por los expertos de todo el mundo.
¡Una razón más para que los aceites de oliva no falten nunca en tu cocina!