Lea, la perra de Huelva que cayó al vacío tras ser castigada en la ventana de una tercera planta

Lea en francés significa fortaleza, es el nombre con el que han rebautizado a esta mestiza de siete meses y 25 kilos de peso que el pasado domingo cayó a plomo desde la tercera planta de un piso de Huelva. "Se precipitó al vacío desde la repisa de la ventana donde le castigaba a estar su propietaria", dice Isra Rodríguez, del refugio que se ha hecho cargo ahora del animal.

Tras la caída, enseguida varios vecinos salieron a la calle para auxiliar a Lea. La atendieron allí mismo sobre el suelo, pero pronto se dieron cuenta de que era necesario trasladarla a una clínica veterinaria de urgencia. "El golpe causó una herida en el pulmón de la que salió líquido provocando un neumotórax", dice Israel.

Además, Lea tiene dos fracturas en sus extremidades, traseras y delanteras, "tanto codo como fémur", explica Israel. De momento sigue ingresada en la clínica veterinaria y habrá que esperar a ver cómo evoluciona la herida del pulmón antes de poder intervenir las fracturas.

Mientras tanto, los propios vecinos llamaron también a la Policía Nacional que llegó a la zona de inmediato. "Tuvimos mucha suerte de que los vecinos que lo presenciaron todo no dudaron ni un segundo en actuar", cuenta Israel, agradecido a los agentes que se llevaron detenida a la propietaria de Lea.

Al día siguiente, se celebró un juicio rápido donde la jueza determinó que se le inhabilitara para la tenencia animal y ordenó que se le incautasen todos los animales para abrir una investigación. "Tuvimos suerte con una juez y unos funcionarios que nos ha tocado esta vez tan implicados en el maltrato animal", cuenta Isra que fue uno de los encargados de retirarle los animales.

Además de Lea, en casa tenía también un dogo argentino de cinco años, una gata y una perra de 10 años de la que se ha hecho cargo la asociación Punta Animal. El resto, incluida Lea, los ha acogido Isra. "Ninguno de los animales está en mal estado", explica a Informativos Telecinco. 

De hecho, su dueña los llevaba con regularidad al veterinario. "Solo el mes pasado se había gastado cerca de 600 euros en tratamientos para ellos", dice sorprendido Isra, lo que hace más incomprensible aún la situación vivida el pasado domingo. "Sin embargo, a los vecinos no les sorprende lo sucedido". 

Ahora el refugio de Isra busca adopciones y donativos para ayudarles. "Solo los tratamientos de Lea están costando unos 3.000 euros", cuenta a Informativos Telecinco. Y mientras tanto, ajena a todo, Lea sigue luchando por su vida en una clínica veterinaria de Huelva.

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