Jorge Javier Vázquez ha descrito a Pablo Alborán como un chico físicamente perfecto. Ha admirado su piel y su juventud, sin embargo, el artista ha reconocido que no se cree nada del otro mundo: “Yo tengo muchos complejos, no me considero sexy para nada. Me hubiera gustado ser más alto, mido 1,74 y tengo patas de alambre”.