"Estoy muy agobiada, se me echa la casa encima, yo no aguanto aquí. Me tenía que haber ido el jueves, no tengo ni hambre. Yo no aguanto más, son muchos días ya sin estar con los míos, estoy fatal. Me gustaría que todos los míos supieran lo que les necesito", se sinceraba Belén, primero con sus compañeros y después en el confesionario.