Elvira tiene 43 años, sufre la enfermedad de los huesos de cristal, depende de su madre de 76 años y es una de las 50.000 personas dependientes de Valencia que se quejan de los recortes y la tardanza en cobrar sus ayudas. "Me deben dos meses y medio", dice Elvira, que no puede hacer frente a los gastos cuando necesita arreglar su silla de ruedas.