Ambas tenían la esperanza de que su largo camino de búsqueda estuviera a punto de terminar, pero también sabían que los resultados podían no ser lo que ellos esperaban y que se podían encontrar ante otro duro golpe. Sin embargo, el destino ha querido que el sufrimiento de Mai y su madre biológica Toñi terminaran para siempre. Los estudios de ADN, con valor judicial, de ambas han corroborado que ambas son madre e hija con una probabilidad de más del 99,9%, no había dudas.